INFORME
Alta concentración en ramas neurálgicas del sistema productivo que contraviene toda iniciativa de desarrollo económico inclusivo.
«En la primera entrega destacábamos la responsabilidad que en la inflación del 2020 han tenido los propietarios de las empresas de alimentos, el rasgo dominante de la organización conglomeral, la concentración en mercados estratégicos y el desempeño heterogéneo durante el año de la pandemia. Aquí repasamos algunos de estos aspectos con mayor profundidad», dice Lozano.
Algunas de las principales conclusiones:
– El desempeño del panel de las 80 firmas declinó durante el año de crisis. Sin embargo, algunos sectores en particular han sido beneficiados por el contexto como ciertos laboratorios, empresas alimenticias, bancos y empresas electrónicas, entre otros.
-En términos generales, el sector financiero tuvo una mejor performance que el sector productivo, aunque la especulación financiera para ambos fue de menor magnitud. De todos modos, la creatividad contable de los balances de las grandes empresas y sus auditores han encontrado en el concepto de “otros resultados integrales” un renglón para hacer aparecer una suma ingente de dinero que más que septuplica la ganancia del año, pero escapa de la base imponible para AFIP.
– Se verifica una alta concentración en ramas neurálgicas del sistema productivo que contraviene toda iniciativa de desarrollo económico inclusivo. El poder de mercado de un puñado de empresas en la producción de cemento, aluminio, siderurgia, telecomunicaciones, entre otros evita el derrame y distribución de los excedentes económicos generados.
– Y repetimos: sólo diez empresarios poseen 27 de las firmas de mayor facturación del país, concentran el 35% de las ventas dando cuenta de la presencia de conglomerados como forma dominante de organización empresarial.
EL INFORME COMPLETO:
Las grandes empresas que cotizan en bolsa 2020