Desbordan los dramas sociales en Salta y no hay res- puestas. Sin empleo, salud ni vivienda

08/09/2012 | Revista Norte

MAÑANA DEBEN DEJAR EL DEPARTAMENTO PRESTADO QUE HABITAN

/ Dramática situación de una familia con trillizos /

El matrimonio está desempleado y los bebés, en riesgo nutricional, necesitan leche especial y estimulación temprana.

La venida de Mauricio, Facundo y Nilce convirtió a Guillermo Maza (36) y Carina Galarza (33) en los primeros padres de trillizos trigemelares en Salta desde el año 2000.

El caso es aún más extraordinario porque no fueron fruto de la aplicación de técnicas de reproducción asistida, sino concebidos por vía natural. “Cuando estaba de seis meses supe que eran trillizos; hasta las 30 semanas creíamos que eran mellizos”, cuenta Carina. Siempre la aparición de algo excepcional conlleva el precio de un enorme sacrificio y si bien los bebés -que hoy tienen 10 meses- nos llenan de amor, estos papás dicen atravesar un momento difícil. Ella es licenciada en Radiología y él oficial montador de líneas de baja y alta tensión, además de chef. Actualmente están desocupados y viven en un departamento prestado en el barrio Ampliación Docente. Este mismo fin de semana deben devolverlo. Además, se ven envueltos en problemas administrativos con Ospecon, la obra social cuyo compromiso es brindarles servicios a los niños por 90 días, luego de que Guillermo quedara desempleado. Específicamente los Maza solicitan un reintegro de casi $4.500 por una noche de internación en la clínica Santa Clara de Asís y que se autorice la entrega de leche maternizada y la atención de estimulación temprana, imprescindibles para el normal desarrollo de los trillizos.

Los niños se enfermaron gravemente el 23 de julio pasado y sus padres se vieron obligados a gastar casi $4.500 en una noche, aun teniendo obra social, porque en la clínica San Roque -única que trabaja con Ospecon- no había unidad y debieron internar a sus hijos en otra institución. Previamente habían acudido al hospital, donde a pesar del cuadro de bronquiolitis y rotavirus -manifestados en deshidratación, colitis y fiebre- “nos decían que no era para ingresarlos”. Por eso no les quedó otro recurso que internarlos en forma privada. “El médico del San Roque los derivó sin ambulancia. En el hospital tuvimos que esperar 40 números. En el Santa Clara, al ver el estado de los chiquitos, los internaron”, revive Carina. Allí permanecieron un día y luego los trasladaron al San Roque, donde estuvieron alojados cuatro jornadas más. Ahora los Maza están abocados a “pelear” el reintegro “que nos va a salir de acá a seis meses o un año, si es que nos lo dan”.

Los pequeños consumen un paquete de 800 gramos de leche Sancor Bebé 2 ($65) en un día y usan 150 pañales por semana ($62 la bolsa de 50 unidades). Esto coloca la economía familiar en una situación harto precaria.

“El auditor rechaza dar la leche porque considera que el pediatra en el pedido no justifica por qué hay un riesgo nutricional. El puso «trillizos trigemelares en riesgo nutricional por prematuros’. También necesitan estimulación temprana porque tienen retardo sensorial y motriz, pero los kinesiólogos piden un certificado de discapacidad para atenderlos”, se lamenta Carina.

Más inalcanzable se les presenta la solución habitacional. Como Guillermo trabaja para contratistas temporarios “en el IPV estamos frenados porque te piden los últimos dos recibos de trabajo y figuro inactivo. Desde 2003 busco mi lugar como radióloga y nada ”, explica Carina.

Por su parte Guillermo dice que sabe de plomería, albañilería y gas. “Allá en Gemes trabajaré de remisero”, explica el jefe de familia. En esa localidad los espera una pieza prestada en la casa de un pariente.

La versión de Ospecon

Consultado por El Tribuno, Santiago Avalar, encargado de medicamentos y materiales de Ospecon, manifestó que, efectivamente, el matrimonio Maza había presentado tres pedidos de provisión de leche. Pero los motivos consignados por el pediatra “antecedentes de prematurez, embarazo múltiple trillizos y recuperación nutricional no son justificativos suficientes para entregar la leche”.

“El médico tiene que adjuntar en un escrito a qué obedece la baja de peso. Si responde a una patología o a una causa social, como que la familia no puede comprarla, la auditoría evaluará el caso. En este en particular faltan datos en el diagnóstico para que se pueda autorizar”, explicó. Luego añadió que para chequear si el titular está en actividad laboral o no, se debe adjuntar el telegrama de despido, la carta de renuncia o el último recibo de sueldo. Presentar fotocopias de los DNI de los bebés y sus cuadros de pesos y tallas también son imprescindibles para la evaluación de las solicitudes.-

Sobre todo piden trabajo. Si alguien puede colaborar con ellos debe llamar al celular 154859388.

 

Publicado por El Tribuno

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