El titular de la Cooperadora para la Nutrición Infantil, en Mañana Sylvestre, consideró que el problema de la mortalidad infantil “es el resultado final del subdesarrollo”, y por tanto no es de sencilla solución. Para el médico pediatra implica un trabajo amplio e integral con los sectores más vulnerables, para mejorar su calidad de vida a partir de una educación para la salud y nutricional, y del acceso a viviendas, con servicios dignos.
“Vamos a tener más casos (de mortalidad infantil), porque la desnutrición es el resultado final del subdesarrollo, de nada sirve que alimentemos a un chico si lo devolvemos a un ambiente hostil del que proviene, porque nuevamente a los 15 días estamos de nuevo alimentándolo”, refirió el Dr. Abel Albino, titular de Cooperadora para Nutricion Infantil.
“Si queremos quebrar la desnutrición lo que debemos hacer es un abordaje integral de la problemática social que da origen a la extrema pobreza”, sostuvo.
Para ello, considera necesario implementar desde el Estado una educación para la salud y nutricional que enseñe la importancia de la lactancia materna y de la estimulación temprana.
Además consignó que es preciso poner en marcha programa de lectoescritura para analfabetos, como así también escuelas para padres al tiempo que remarcó la importancia de mejorar la calidad de vida de los sectores más vulnerables, para garantizarle la provisión de agua corriente y caliente, luz eléctrica y cloacas.
Por otra parte, el médico hizo una radiografía de la ubicación geográfica de la pobreza social y las razones por las que se dan más casos de desnutrición en el norte del país.
“Siempre la gente pobre emigra a lugares cálidos. Hay más pobres en el norte argentino que en el sur que es más frio, agreste y duro, y donde falta energía para poder subsistir. A su vez hay más pobres en el este que en el oeste, que es más seco y tiene menos ríos, frutos y peces”, explicó.
Por último, afirmó en Radio del Plata que “la mortalidad infantil es un indicador indirecto de desnutrición”, y remarcó la baja de la mortalidad infantil experimentada en Chile respecto a los números de nuestro país. Así, el vecino país -que venía tradicionalmente con números altos- ahora llega a 7 casos por cada 1000. En tanto en Argentina alcanza el 13 o 14 por cada 1000, siendo que por sus características estructurales y por su tamaño, nuestro país tiene mejor potencial de desarrollo.
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