El hospital San Bernardo en crisis. Investigación

24/06/2013 | Revista Norte

Una completa investigación en el hospital de cabecera de la provincia muestra las condiciones de trabajo, el estado edilicio y la falta de recursos que padecen los profesionales, trabajadores y usuarios del San Bernardo. Un verdadero desastre en salud operado desde Urtubey y sus ministros.

Investigación de Qué Pasa Salta

Parte ILas precarias condiciones de trabajo

Los problemas del Hospital San Bernardo vienen siendo denunciados por sus trabajadores y pacientes desde hace años. En esta primera parte de nuestra investigación hicimos un resumen de las serias falencias que se evidencian en la guardia del hospital de cabecera de la provincia.

Como fue denunciado el año pasado por el personal del Hospital el Servicio de Traumatología y la Guardia del Hospital San Bernardo fueron declaradas por el Ministerio de Trabajo como insalubres luego de una inspección.

Las razones que expusieron las autoridades fueron las condiciones en que se trabaja: falta de bioseguridad, de higiene y mala disposición edilicia de la guardia, pero no son los únicos problemas que preocupan al personal del nosocomio.

Sucede que la guardia del Hospital San Bernardo que tiene 4 años de construida no cumple con los protocolos requeridos para este tipo de construcción.

Explican los trabajadores que un lugar de trabajo es insalubre no solo porque se trabaje con personas o materiales que son contaminantes, sino también cuando no se ha construido adecuadamente el edificio, por ejemplo la distribución de los espacios, lo hace más arriesgado cuando no se han seguido con las recomendaciones para una eventual evacuación del edificio en caso de catástrofes.

Saturación de la guardia

Otro de los problemas que se vive habitualmente en el hospital es la saturación de la guardia.

Según las fuentes consultadas la guardia del San Bernardo tiene una capacidad de 26 pacientes acostados, pero normalmente hay 40 a 45 pacientes internados en la misma, es decir, casi el doble.

Internados: En sillas o camillas

Como se trata de pacientes en situaciones de emergencia, los mismos tienen que ser internados obligadamente. En sillas o en camillas los pacientes llegan a estar de 12 a 18 horas.

Internados en pasillos

Muchas veces no hay lugar ni siquiera en esas condiciones, entonces se da el alta a enfermos que deberían quedar en observación, como cuando se sospecha una apendicitis. Los médicos les piden a los pacientes que vuelvan a su casa y regresen al hospital cuando el cuadro haya evolucionado asumiendo en muchas ocasiones un serio riesgo.

Sin embargo los especialistas consultados no opinan que la solución a la falta de camas en la guardia del Hospital sea ampliar su capacidad, sino evitar la derivación desde los centros periféricos y de los hospitales del interior formando médicos capacitados para atender ciertas patologías. En el San Bernardo se reciben casos de amigdalitis, diarreas, y otras patologías que podrían resolverse en centros primarios de atención.

A la falta de capacitación y frecuentemente de medios, se suma la falta de profesionales en el interior. Recientemente fue derivado desde Tartagal un paciente en coma por una grave infección en una pierna porque en el hospital de origen no había ni anestesista, ni traumatólogo, ni cirujano.

El problema de la contención en los centros periféricos fue planteada por el anterior Jefe del Servicio de Guardia del Hospital San Bernardo al Ministro Chagra Dib, pero hasta ahora nada cambió.

La saturación de las guardias es habitualmente informada por los médicos por la responsabilidad que esto acarrea, es decir que las autoridades se encuentran al tanto. La OMS (Organización Mundial de la Salud) sugiere que por cada millón de habitantes, la guardia de un hospital tiene que tener aproximadamente 28 camas, y por cada cama un número determinado de médicos, estos parámetros se acercan a las recomendaciones de la OMS en el Hospital San Bernardo, lo que no se ajusta es el número de pacientes que se atienden.

Shock room ocupado

Otra de las falencias de la guardia se da en lo que se denomina el “shock room”, una sala de 5 o 6 camas en la que “en los hospitales de verdad”, como señalan los profesionales, están cerradas con llave y se utilizan exclusivamente para los pacientes que ingresan en “código rojo”, es decir, casos de infartados, suicidas o aquellos que por algún otro motivo necesitan una reanimación. Allí se dan los primeros cuidados críticos al paciente para luego derivarlos al quirófano o a la terapia.

Shock room, ni una cama vacia

Pero en el San Bernardo muchas veces esos pacientes se atienden en las mismas camillas del SAMEC en las que llegan. Sucede que la sala indicada se ha convertido en una sala de terapia intensiva y tiene las camas ocupadas como “camas terapia” por pacientes que tiene obra social. La razón es económica, las “camas terapia” son facturadas por el hospital a mayor precio que las camas comunes y por lo tanto representan un mayor ingreso para el “hospital gerenciado”. Pero el problema se agrava si se considera que en la guardia no hay médicos terapistas, estos requieren de una especialización de cuatro años en terapia para atender a este tipo de pacientes, con lo cual se arriesga a los pacientes y a los mismos médicos, a exponerse a una mala praxis a causa de la falta de capacitación. La solución que plantea la gerencia del hospital es contratar un médico terapista para ese sector de la guardia, con lo cual el hospital se quedaría sin la sala de shock room.

Recientemente el accidente de los trenes en Castelar puso a prueba el funcionamiento del sistema de emergencias en Buenos Aires. En Salta ante la situación semejante, el hospital de cabecera de la provincia no podría responder a esa demanda, no tiene capacidad. Con el show room ocupado por pacientes que deberían estar en terapia intensiva, y solo de guardia dos instrumentadores y dos anestesistas que permitirían poner en funcionamiento solo dos de los quirófanos, no habría forma de salvar tantas vidas.

Los profesionales del San Bernardo acaban de anunciar una medida de fuerza para el próximo 2 y 3 de Julio resuelta en la última asamblea. Por ahora será solo un quite de colaboración por un reclamo que requiere urgentes soluciones.

 

Parte II. Los Quirófanos del San Bernardo

En la primera parte de este informe se describieron los serios problemas de un sector importante del Hospital San Bernardo, la guardia. Pero no es el único sector con fallas del nosocomio. En esta segunda parte hacemos una síntesis de los problemas de los quirófanos.

El Hospital San Bernardo fue construido en el año 1960, en su momento fue un hospital moderno y acorde a las necesidades de la población. Pero como descubrimos en la primera parte de este informe, el Hospital San Bernardo actualmente está lejos de cubrir esas necesidades, y de ser el hospital modelo que alguna vez fue.

Además de las insuficiencias de la guardia, los quirófanos del Hospital tienen serias irregularidades. Según los profesionales consultados no cumplen con las normativas del PROFICSA (Programa de Fiscalización, Control y Calidad de los Servicios de Salud), que es el organismo estatal que habilita consultorios, clínicas, sanatorios, etc.

Hay exigencias en cuanto a los sistemas eléctricos, sanitarios, de accesibilidad, planes de evacuación para habilitar un quirófano y que sea seguro. Una de las recomendaciones para la habilitación de quirófanos es que no tengan ventanas abiertas, la normativa se debe a que la aislación de un quirófano evita la entrada de tierra o de

cualquier agente externo que puede permitir la proliferación de microorganismos que atenten contra la adecuada profilaxis necesaria en el lugar. Los quirófanos del San Berbardo tienen ventanas al exterior: con tela mosquitera y cerca hay nidos de palomas, el riesgo de transmisión de enfermedades aumenta. Personal del San Bernardo cuenta que se ha llegado a operar con moscas dentro de las salas de quirófano.

El Proficsa además recomienda una serie de filtros especiales para los aires acondicionados, debido a que en las tuberías siempre hay presentes bacterias que resisten las bajas temperaturas. Esta exigencia tampoco se cumple en el San Bernardo.

Otra de las recomendaciones para reducir el riesgo de infecciones en los quirófanos es que debe tener una doble circulación: una circulación limpia que es por donde entra el paciente y el personal de quirófano con la ropa esterilizada, y otra circulación sucia, que es por donde sale el instrumental, sábanas, el médico y el paciente luego de la operación. Los quirófanos del San Bernardo no respetan estas indicaciones.

Ni uno de los 10 quirófanos, se ajustan a las exigencias del Proficsa.

Según los profesionales consultados la falta de cumplimiento de estos requisitos puede duplicar y hasta triplicar el riesgo de infecciones, con el peligro para vida para el paciente que esto implica, pero además con un elevado costo adicional. Un paciente infectado deberá estar más tiempo internado, requerirá más medicamentos y más personal dedicado a su cuidado.

Las falencias en el funcionamiento de los quirófanos se suman a las falencias de otros sectores del hospital. Y es que la central de esterilización del San Bernardo no da abasto para proveer de instrumental quirúrgico y de la ropa estéril necesaria. En una mañana donde se tiene que hacer dos o tres cirugías, el quirófano necesitará dos o tres equipos. Una vez terminada una cirugía tienen que esterilizarse completamente, eso tarda 2 horas. Si una cirugía tarda un promedio de 2 horas tambien, y el horario de los cirujanos es de 8 a 13 hs, entonces la ropa e instrumental necesario estará recién para el día siguiente. No hay en hospital equipos suficientes para responder a esta demanda, y el personal ha llegado al extremo de tener que pedir ropa prestada para poder operar.

El colmo. Como si fuera poco, ha sucedido ya en varias ocasiones que la cisterna del hospital ha resultado insuficiente para abastecer la demanda de agua. 

Los médicos y enfermeros han tenido que llegar a lavarse las manos con suero fisiológico para poder operar porque el hospital se quedó sin agua.

Personal del San Bernardo asegura haber llegado a estar sin agua durante dos horas. En una escuela es frecuente que suspendan las clases ante la falta de agua, pero en un hospital es inconcebible.

Tras la muerte de un paciente el año pasado, el Sanatorio Modelo fue investigado por desobediencia legal por haber realizado 53 cirugías pese a estar inhabilitado. Se había comprobado luego de una inspección que no cumplía con las exigencias de PROFICSA, los quirófanos adolecían de equipamiento, la ventilación era inadecuada, había filtraciones de humedad, el revestimiento y el piso estaba deteriorado. Sin embargo las mismas falencias se permiten en el hospital público  Ojalá no tengamos que esperar una muerte para que las autoridades que corresponden reaccionen.-

Investigación de Que Pasa Salta

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Maximum one link per comment. Do not use BBCode.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.