El INTA en crisis. Persecución y desguace

03/03/2018 | Revista Norte

Tanto las huertas como las granjas se han visto reducidas en las provincias de Salta y Jujuy. Trabajadores sufren persecución y hay dudas sobre los fondos de la institución estatal.

REVISTA NORTE

Como en tantos organismos del Estado, desde el cambio de gobierno, los trabajadores del INTA siguen denunciando persecución laboral hacia los técnicos de carrera con varios años en el organismo mientas los nuevos funcionarios desguazan los programas creados en épocas pasadas y puestos al servicio, desde el organismo, de los productores sean grandes o pequeños.

Programas que llevan más de 20 años ejecutándose en el INTA, a su vez reconocidos a nivel provincial nacional e internacional llevando ayuda humanitaria en temas alimentarios a distintas comunidades y países, hoy solo reciben críticas y expoliación con el único fin de manejar a discreción los exuberantes recursos y sin que contemple la participación de los mismos que hasta ayer lo hicieron exitoso, eficiente y comprometido con el sector más postergado de la sociedad: los pequeños productores.

Con el discurso de combatir la corrupción y tratando de encontrar por todos los medios alguna irregularidad pasada o presente, sin resultados a la fecha, se persigue y acosa laboralmente denuncian los trabajadores de las provincias de Salta y Jujuy. No conforme con el desguace de los equipos provinciales de trabajo, de eliminar puestos por decreto, entre otras estrategias de persecución, se malversan los recursos destinados a los programas que no llegan a sus beneficiarios directos, sostienen.

Queda claro que quienes detentan hoy el poder en el INTA nada hacen por los males que acechan al campo de pequeños y medianos productores del norte como la depredación de cultivos por las langostas, los daños medioambientales y las carencias económicas que hacen que los pobres estén cada vez mas pobres por estas regiones.

RECURSOS

La suma de dinero que llega desde el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación mes a mes, desde mediados del año 2017, es cuestionada en su uso. Esos montos que podrían ser destinados a semillas, a mejorar las huertas, a brindar equipamientos, etc. no llega a los beneficiarios sino solo en una mínima parte; según denuncian los trabajadores del organismo. Sobre gastos en viáticos, reuniones y mantenimiento caen fuertes sospechas en las administraciones actuales.

Lo cierto es que tanto las huertas como las granjas se han visto reducidas en las provincias de Salta y Jujuy como así también los promotores, ya que hay escaso incentivo en el reconocimiento de su labor.

En una de las zonas más castigadas del país en materia socioeconómica, los programas del INTA venían a poner presencia estatal para el desarrollo productivo de sus comunidades. Hoy ese criterio está siendo puesto en peligro por la lógica del gobierno nacional y el oportunismo de profesionales que ostentan altos cargos que colaboran con ello.-

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