Endeudados y con los salarios mas bajos. Salta la mas desigual en distribución de ingresos

21/04/2015 | Revista Norte

POBREZA

SALTA: POBREZA, TRABAJO EN NEGRO, SUELDOS BAJOS, DESIGUALDAD.

Los asalariados están entre los más endeudados. La provincia tiene la mayor desigualdad en distribución de ingresos. El 50% de los trabajadores cobra menos de $3.295 y el 44% está en negro. La pobreza llega al 43%.

Primera en el país en los índices de desigualdad de la distribución de ingresos, el 43% de la población está bajo la línea de pobreza, los asalariados presentan niveles de endeudamiento que superan la media nacional y el 44% de los trabajadores está en negro. Estos son datos que reflejan una crítica situación económica y el estado de inequidad social que atraviesa Salta.
POBREZA Y DESIGUALDAD EN SALTA

La situación económica de las familias salteñas está entre las peores del país

El último estudio de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Indec, del cuarto trimestre del 2014, reveló que en Salta el 10% de la población más rica se lleva el 35,3% de los ingresos brutos, mientras que en el otro extremo, el 10% más pobre se lleva solo el 1,2%.


De la división de las ganancias de quienes más tienen y de los que menos ganan resulta la escala de desigualdad en la distribución de ingresos, que ubican a la provincia como la peor del país en este ítem, con un cociente de 30. En la lista de la inequidad sigue Entre Ríos, con un cociente de 25; Jujuy se ubica en el puesto 11, con un resultado de 18. En tanto, el promedio del país es de 20.


Del análisis del mismo informe del Indec, desde la consultora Noanomics determinaron que el 50% de los salteños gana menos de $3.295 al mes y el ingreso mensual promedio es de $5.427.


«El sector más pobre, que representa el 10% de la población, genera ingresos por solo 643 pesos mensuales. En la otra punta de la sociedad, en el sector más rico, el promedio de ingresos es de $19.111», detalló el director de la consultora, Félix Piacentini.

Asimismo, alertó que el 44% de los trabajadores de Salta está en negro.


Endeudados


El trabajador salteño se encuentra entre los más endeudados del país, según reveló un estudio de la consultora Noanomics realizado entre los empleados formales.


La deuda promedio de un trabajador local asciende a $27.807. Esto ubica a Salta en la quinta posición de la tabla de provincias con mayor nivel de endeudamiento y la primera en la región del norte grande.


¿Estar entre los índices más altos de la tabla de endeudamiento es bueno o malo? Para el economista Felix Piacentini, «todo depende para qué se adquiere deuda».


«Es peor si uno se endeuda para consumo masivo, como ocurre en Salta. Si uno empieza a tarjetear para pagar las boletas de la luz, el gas, el consumo del súper, se hace una bola de nieve»,explicó.


Pobreza


Un relevamiento del Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (Isepci) determinó que el 43% de los salteños está por debajo de la línea pobreza. Es decir, no llega a cubrir la canasta familiar básica estipulada por este organismo en $6.790. Con este monto se tendrían que cubrir los gastos de alimentación, vestimenta, educación, transporte y servicios públicos.

Sobre el mismo porcentaje se desprende que el 10% es indigente, ya que ni siquiera puede acceder al costo de la canasta básica de alimentos, determinada por el Isepci en $2.990.


Salta dividida: efectos de la desigualdad


La desigualdad de ingresos influye en factores que van más allá del bienestar material. Un informe de la ONU da cuenta de que «la desigualdad socava el desarrollo al obstaculizar el progreso económico, debilitar la vida democrática y amenazar la cohesión social. La elevada y creciente desigualdad no es solo intrínsecamente injusta, también hace que lograr la generalización del bienestar humano sea más complicado».-

Publicado en El Tribuno


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Jorge Paz: «Las sociedades desiguales tienen menor puntaje de felicidad»

Entre los que menos tienen y los que más ganan hay una gran diferencia en Salta. La provincia presenta la mayor desigualdad en la distribución de ingresos del país, según se desprende de un estudio del Indec.

 

Sobre esto reflexionó el director del Instituto de Estudios Laborales y del Desarrollo Económico (Ielde) de la UNSa, Jorge Paz.

 

¿Cuáles son las consecuencias de la desigualdad?

 

Si hablamos de la desigualdad económica, recalco porque hay muchas desigualdades, podría decirse que una de sus consecuencias más serias es la pobreza. Si hay mucha gente que tiene poco y pocos que tienen mucho, es probable que los primeros estén en una situación de pobreza, tanto absoluta como relativa, lo que es intolerable desde un punto de vista no solo ético sino económico. Es muy probable que niñas y niños que nacen en situación de pobreza reproduzcan los patrones de desigualdad que encontraron, porque sus posibilidades de acceder a la educación, la salud y al empleo son más reducidas que las del grupo de altos ingresos. La sociedad se polariza y reproduce lo malo.

 

El problema de la desigualdad no es nuevo, ¿por qué no hay mejoras?

 

Porque la lógica de acumulación del capitalismo está basada en la desigualdad. Pinges ganancias parecen ser una condición necesaria, aunque no suficientes, para la inversión y el crecimiento económico. Ya se pudo constatar los problemas que devienen cuando los estados intentas distribuir esas ganancias entre la población: desde golpes de Estado a movimientos sutiles de protestas, muchas veces encubiertos.

 

¿Qué papel juega el gobierno provincial en la desigualdad?

 

Yo diría que no demasiado significativo. Es poco lo que un Gobierno provincial puede hacer a este respecto. Hay un tema sí que parece destinado al olvido: el de la coparticipación. Porque se podría, a partir de este punto, discutir la desigualdad interprovincial, que no es un tema menor.

 

¿El Ielde fue consultado por el gobierno sobre este tema?

 

No. Jamás.

 

¿Existen soluciones?

 

Siempre las hay. El tema es pensarlas y elaborar alguna propuesta. Pero antes se necesita medir, estudiar, para conocer el tamaño del problema. Sin saber qué características tiene la desigualdad, poco se puede hacer para atacarla. Y lo cierto es que sabemos demasiado poco o, en todo caso, mucho menos de lo que pudiéramos saber. La reducción de la desigualdad implica siempre meter mano en la redistribución. Es la tarea de Robin Hood.

 

 

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