Intentan tapar la situación de hambre de los niños del norte de la provincia

02/02/2015 | Revista Norte

hospital de colonia

Las autoridades hacen un denodado esfuerzo por poner en tela de juicio la actuación médica cada vez que se conoce una muerte por desnutrición.

Hablan de «dudas» en la causal de fallecimiento de niños y presionan a los médicos para que no coloquen la palabra `desnutrición´ en los certificados.

Ahora la atención está puesta en la muerte de un bebé de apenas 9 meses ocurrida ayer domingo en Colonia Santa Rosa, del departamento Orán.

El niño identificado como Alan Misael Villena, presentaba un cuadro de vómito y diarrea. El domingo ingresó al Hospital de Colonia Santa Rosa donde, a las pocas horas, fallece.

De acuerdo a información que trascendió de la Fiscalía a cargo, luego de que los padres dieran intervención policial por la muerte del bebé, el médico que lo atendió, Dr. Kuadri, puso en el certificado de defunción «Falla multiorgánica. Mal estado general. Desnutrición». La fiscalía ya habría ordenado una serie de medidas para el caso.  El Auxiliar Fiscal Federico Gil, habría ordenado “solicitud de antecedentes médicos, croquis e inspección ocular del domicilio del menor, ambiental, autopsia”.

Lo que se dio a conocer al respecto es que a las 18:46 horas de ayer finalizó la autopsia con el informe de: “Muerte súbita, desnutrición y deshidratación”.

 

Según el portal Informate Salta, las versiones presentadas en la denuncia de los padres fueron desmentidas por el responsable del Hospital de Colonia Santa Rosa, Leandro Alonso, quién manifestó que el certificado de defunción emitido por el médico legal expresa “muerte súbita”, sin mencionar “desnutrición”. Según la autoridad del Hospital, “el viernes había empezado con diarrea y vómitos. Habían consultado con un curandero. El domingo en horas de la madrugada consulta por guardia del hospital, el niño llegó en muy mal estado general, deshidratado, se lo internó, se le dio una atención especial con intención de enviarlo al hospital de Orán porque presentaba una deshidratación grave, tuvo un paro y falleció”, informó el profesional. Alonso destacó que el menor no presentaba bajo peso, ya que de acuerdo al último control que se le había realizado el día 13 de Enero registra un peso de 8,300 kilogramos, “tenía un peso adecuado para la edad”, expresó. El profesional remarcó el hecho de que el menor fue examinado por un curandero: “Muchas veces el curandero receta lo que llamamos hierbas exotóxicos, que son tóxicas para algunas personas”.

Las presiones, persecución y/o judialización tanto de los trabajadores de la salud como de los padres de niños, puede agravar la situación.

Existe una fuerte presión y una «bajada de línea» de no hablar de desnutrición para no perjudicar al gobierno. Esta política de ocultamiento o de distracción sobre las reales causales y sobre la situación social de las familias, puede provocar aún más el alejamiento de soluciones para palear el hambre de los niños del norte. Es imprescindible que el gobierno cese con las presiones hacia las autoridades de los hospitales públicos, con la persecución hacia los trabajadores de la salud y con la judicialización de los pobres, y ejecutes medidas urgentes y efectivas de asistencia de alimento.-

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Maximum one link per comment. Do not use BBCode.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.