La soja está ante un nuevo peldaño tecnológico con la nueva Intacta

La productividad de las sojas tiene nuevos horizontes

Intacta es sólo el principio de una serie de avances en la región.

La soja está ante un nuevo peldaño tecnológico con la nueva Intacta RR2 Pro o Bt RR2Y, aprobada por el Ministerio de Agricultura para su producción en la Argentina.

El evento, que protege al cultivo contra lepidópteros y otorga resistencia al herbicida glifosato, se espera que implique un salto en rendimiento, especialmente en el norte del país. Es el segundo hito importante luego del lanzamiento de la soja RR en 1996 y ya ha sido aprobado por la Comisión Técnica de Bioseguridad de Brasil y también de Paraguay, pero no está todavía vigente en forma comercial.

En Brasil, se espera que la introducción sea rápida. Posteriormente, hacia 2013, se estarían produciendo los lanzamientos en Uruguay, Paraguay y muy probablemente en el norte de la Argentina.

Según Rodolfo Rossi, reconocido fitomejorador y director global de Investigación en Soja para Nidera SA, Europa y Corea ya están dispuestos a recibir mercadería que provenga de esta nueva semilla. Resta la definición de China, que seguramente ocurrirá pronto. La apertura de estos mercados marcará el inicio de la producción de la soja Intacta en el Mercosur.

Pero este avance es uno de los tantos que la ciencia de los cultivos tiene reservada para la producción agrícola, donde el incremento del rendimiento continúa siendo el foco de los trabajos en mejoramiento.

Rossi sostiene que se continúa trabajando tanto con mejoramiento tradicional como biotecnológico. Por el lado de los transgénicos, se vislumbra una entrada permanente de productos vinculados a un mejor control de malezas. “Van a desarrollarse distintos genotipos de soja con diferentes eventos que otorgan resistencia a distintas familias de herbicidas. Son varias compañías las que van a proponer ese tipo de materiales y van a apilar dos o tres resistencias a herbicidas”, afirma. Ya se anuncian para los próximos años a nivel internacional las variedades con resistencia a Dicamba y otras familias, como las Imidazolinonas.

El otro salto se dará cuando se encuentre la nueva generación de soja Bt, con resistencia a insectos. “Esto va a permitir que al manejar varios genes distintos de una o varias compañías la tecnología pueda tener mayor durabilidad”, explica Rossi, para quien éstos son los avances más cercanos que impactarán directamente en la producción. La otra línea de trabajo se vincula a los usos industriales.

En el largo plazo, el especialista anuncia que las investigaciones se orientan a resistencia a enfermedades, como el caso de la roya o los nematodes (el del quiste es una plaga muy fuerte a nivel internacional). Y también hacia aspectos fisiológicos de las plantas: mejor uso de nitrógeno, mayor rendimiento, resistencia a la chinche, un tema clave que impacta también en la comercialización del grano ante la necesidad de aplicar insecticidas en las últimas etapas del cultivo y la cada vez menor tolerancia al uso de agroquímicos.

Coronando estos proyectos está la resistencia a factores abióticos, a sequía o salinidad. “Se trata de varios genes que permiten una sobreproducción de determinados elementos del metabolismo de las plantas que aparecen cuando es sometida a un estrés. Esto otorga no sólo mayor resistencia a sequía, sino también a salinidad. Existen ya diferentes patentes en el mundo, y la Argentina tiene una. Está todavía en una etapa experimental, aunque ha dado resultados a nivel de laboratorio e invernáculo, y las primeras pruebas a campo también están funcionando”, describió Rossi.

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Control de los lepidópteros 

Según Rossi, el impacto de Intacta se va a dar por el incremento en la estabilidad de los rendimientos, y el menor uso de agroquímicos. “En realidad, el control se da más que nada en los lepidópteros, que es un problema importante en la Mesopotamia, el centro y el norte del país. Calculamos que, por su productividad, estas variedades van a afirmarse en la zona núcleo”, expresó.-