LLega a casi un 30% la inflación para las familias de menores recursos

18/10/2017 | Revista Norte

ENDEUDARSE PARA COMER.

Lo revela un informe de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo.

REVISTA NORTE

El consumo del 10% más bajo de la población sufre una inflación del 29,1% en los últimos 12 meses, de acuerdo a los bienes que consume. El dato surge de un estudio realizado por el Instituto Estadístico de los Trabajadores de la UMET, Universidad  Metropolitana para la Educación y el Trabajo que publicó Tiempo Argentino.

VENIAN A BAJAR LA INFLACIÓN

En 2016, el primer año de Macri como presidente, la inflación superó el 40%; convirtiéndose en la más alta de los últimos 25 años.

Para el 2017 el mismo gobierno se fijó como meta una inflación de entre 12% y el 17%, sin embargo en lo que va del año -de enero a septiembre- lleva ya un acumulado de 17,6% según el propio INDEC.

El año pasado casi todos los salarios de trabajadores registrados perdieron entre un 10 y un 15 por ciento del poder adquisitivo. Este año no lo recuperaron y muchos ya empezaron a perder.

Esta situación se agrava para las personas de menores ingresos o los que no están incluidos en el sistema formal laboral. Para ellos los ingresos decrecen o crecen por debajo de la línea de la pobreza.

EL INFORME

Según el estudio de la UMET, el 10% de los trabajadores registrados que menos ganan sufrió la inflación de manera más intensa. Para ellos el índice llegó a un 29,1% interanual, es decir de septiembre de 2016 a septiembre de 2017; lo que representa 5 puntos porcentuales por encima del 24,2% que marcó el Indec para el Gran Buenos Aires.

El mismo informe da cuentas que oara el asalariado mejor remunerado la inflación es del 23,5 por ciento.

LA INFLACION GOLPEA DE MODO ASIMETRICO

Para Nicolás Trotta, rector de la UMET, «Desde que Macri es presidente la inflación en el primer decil –ese 10% de los trabajadores que menos ganan– ha sido del 85 por ciento. Frente al decil 10, que comprende salarios superiores a los 45 mil pesos, la inflación ha sido del 65 por ciento. O sea, hay 20 puntos porcentuales de diferencia».

El informe de IET «a mayor nivel de ingreso ha sido menor la inflación. Hay algunos meses en los que pierden los deciles superiores, como cuando aumenta lo recreativo, lo vacacional, la educación privada o los servicios de la salud privada. Son precios regulados, que de alguna manera otorgan previsibilidad aun en los aumentos. Todo lo que es la inflación más dura, la núcleo, afecta más a los deciles inferiores, lo que ha llevado a que el sector trabajador de menores ingresos deba reconfigurar la canasta de alimentos».

AUMENTO DE TARIFAS

«El tremendo aumento de tarifas de los servicios públicos domiciliarios fue clave. Se ha transformado en un componente central de la canasta familiar de los trabajadores de menores ingresos. Sigue siendo, a pesar del aumento, un gasto no tan trascendente en aquellos hogares de mayores ingresos. Frente a eso, podemos observar ese reiterado comportamiento de la inflación, afectando a los que menos ganan. Ni hablar de aquellos trabajadores que no están protegidos por los convenios colectivos, cuyos salarios han perdido mucho más de cara a la realidad inflacionaria del país».

La Canasta Básica Total (CBT) que utiliza el Indec para medir los niveles de pobreza creció por encima de la inflación. En los primeros ocho meses del año (en agosto se publicó el último informe de CBT), la inflación acumulada anual a nivel nacional se colocó en el orden del 15,4%. En tanto, la CBT creció en un 15,9 por ciento.

SALARIO CONTRA INFLACION

«La inflación es siempre un problema, pero el mayor problema ocurre cuando los salarios pierden contra la inflación. En ese sentido, observamos una pérdida de casi el 6% promedio de la capacidad de compra del salario desde que Macri es presidente».

En detalle, el informe de IET afirma que desde la asunción de Mauricio Macri el salario perdió siempre contra la inflación. Los meses más complicados fueron junio y julio de 2016, cuando la pérdida de poder adquisitivo fue del 10 y del 11%, respectivamente. Luego de una recuperación a principios de este año (que nunca llegó a compensar el terreno perdido en 2016), la caída osciló entre el 5 y el 7 por ciento. En promedio, la brecha negativa entre salario e inflación fue del 6 por ciento.

«El país camina hacia un esquema en el cual la población se va a endeudar para sostener el poder de consumo. Eso puede ser que dinamice en el corto plazo la economía, pero nos puede llevar a tener una población profundamente endeudada, como ocurre en Estados Unidos. Hablamos de tomar deuda no para comprar un bien estratégico como una casa o un auto, sino para intentar sostener el nivel de consumo cotidiano».-

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