Desde 1993, el economista estadounidense Warren Mosler sostiene que los dirigentes políticos comprenden la secuencia monetaria al revés. Considerado el padre de la Teoría Monetaria Moderna, un teórico que cree que hay otro capitalismo posible y más igualitario que va de abajo hacia arriba.
Publicado por Canal Abierto
El economista estadounidense Warren Mosler comenzó hace 30 años a difundir su mirada que parte de una premisa tan incómoda como movilizadora: que todos los funcionarios comprendían la secuencia monetaria al revés. Así, creen que primero hay que ingresar dinero, vía impuestos, a las arcas públicas para poder gastarlo. Y que lo que el Estado no podía recaudar lo tenía que pedir prestado.
“Los pesos para pagar impuestos provienen del Gobierno o son pesos falsos. No provienen del sistema productivo y van a parar al Estado, sino que es al revés”, analiza Mosler, creador de la Teoría Monetaria Moderna. Luego agrega: “Todos los funcionarios de los bancos centrales conocen esta realidad, conocen la secuencia, pero no se lo dicen a los responsables políticos”.
Este análisis ocurrió esta mañana en el marco de un Seminario que se dictó en el Hotel Quagliaro de ATE, en el barrio porteño de Balvanera, donde asistieron muchos economistas pero ningún funcionario del Banco Central de la República Argentina.
En 1993, Mosler elaboró el documento Soft Currency Economics (Economía de la moneda blanda) luego de trabajar por más de veinte años en operaciones financieras en los mercados de bonos y de divisas de todo el mundo. El documento es considerado el punto de partida de la Teoría Monetaria Moderna, marco teórico en el que se basó el Plan Jefas y Jefes de Hogar que motorizó el empleo a partir de 2002.
“Los libros empiezan a contar la historia del dinero a partir del trueque y eso no es verdad. Empieza a partir de un Estado que quiere aprovisionarse: de soldados, de un sistema educativo, de salud. Y utiliza para eso al sistema monetario —sentencia Mosler—. Lo primero que hace es poner un impuesto, la moneda es el crédito impositivo que se utiliza para pagar el impuesto, y no vale nada si no hay un impuesto a pagar. Esto es lo que hace que las personas empiecen a buscar trabajo remunerado porque necesitan el dinero para pagar el impuesto. Pero sólo después de producido el gasto se puede cobrar un impuesto. El Banco Central primero gasta, concediendo crédito, y luego recauda impuestos. Esta relación de poder ha sido olvidada los últimos 200 años. Todas las restricciones son políticas, no operacionales”.
Consideraciones generales
Tomando como ejemplo primario de la colonización europea en África, Warren llega a varias conclusiones categóricas. “El desempleo es un fenómeno monetario”, es una de ellas. Cuyo corolario reza: “El desempleo lo que dice es que el Estado no está gastando lo suficiente para poder generar gasto, pagar impuestos y satisfacer el deseo de ahorrar contratando a todas las personas desempleadas”. Lo que, aclara, “no es una fuente de inflación”.
Argentina
“Los mercados de divisas son los que causan la inflación en la Argentina. Hay personas que dicen que es la inflación la que hace que los mercados devalúen la moneda en la Argentina. Mi conclusión es que la culpa es de los tipos de cambio”, lanza Mosler. Y agrega que los mercados reciben constantes flujos de pesos a través de distintas fuentes.
Puesto a identificar esas fuentes, encontró: 1) que los intereses en pesos de la deuda pública se pagan a entidades que venden esos pesos a cambio de otras divisas; 2) que quienes acuden a estos mercados diversifican su cartera de inversión, y la indexación de la deuda pública eleva los futuros pagos en pesos del Estado; 3) que la emisión estatal de títulos a plazo eleva y fija los pagos futuros de intereses; 4) que los elevados márgenes de beneficio de los bancos y otras empresas canalizan las ganancias en pesos hacia las ventas en los mercados de divisas; y 5) que la diversificación de activos por parte de las reservas de las pensiones y de las empresas canaliza los pesos hacia las ventas en los mercados de divisas.
En otras palabras, “cada vez que las grandes corporaciones reciben pesos, los cambian por divisas extranjeras. Éste es el diferencial de depósitos de préstamos bancarios en Argentina. Entre 2 y 3% es el rango normal. Cuando los bancos tienen un ingreso neto positivo, ese ingreso se diversifica en activos financieros diferentes. Por lo general este proceso está sujeto a regulaciones, es decir que esto es una decisión política”. Mosler acompaña su análisis con un gráfico que muestra que ese diferencial llegó a 12,5% en 2002, y volvió a hacer picos del 8% en 2008, y a subir en disparada desde 2015 hasta superar el 10%.
Propuestas de la Teoría Monetaria Moderna
Entre las propuestas de Mosler para mejorar la calidad de vida dentro del sistema capitalista, a fuerza de virar el rumbo económico con decisiones políticas, está el de establecer un tipo de cambio flotante que contribuiría a retener las reservas de divisas, establecer una tasa de interés del 0%, dejar de emitir títulos de deuda y recomprar los que ya existen, una “banca estrecha” lo que significa que los bancos sólo puedan ofrecer créditos en los ámbitos que el Estado considere que cumplen una función pública, regular los márgenes de interés de los bancos, regular la diversificación de activos de las entidades financiadas por el Estado, e iniciar una política de reservas de estabilización de empleo.
Sobre este último punto Mosler ha desarrollado una teoría que va en línea con las de crear una Renta Básica Universal.
“A las empresas no les gusta emplear personas que están desempleadas, sino gente que está trabajando”, considera. Las políticas de reservas de estabilización de empleo generan empleo para todas aquellas personas que lo requieran y puedan trabajar, pagado por el Estado. Esas personas tendrán la necesidad de pagar impuestos y el deseo de ahorrar, y volverán al sistema productivo para convertirse en gente potencialmente apta para ser contratada por el sector privado. El Estado, asimismo, puede establecer un salario mínimo que el mercado se verá obligado a igualar o superar.
De acuerdo con esta teoría encabezada por Mosler se planificó el Plan Jefas y Jefes de Hogar, que el propio economista recuerda en función de su principal logro: devolver al trabajo a 2 millones de personas. Al cabo de dos años, la mitad de ellas había sido contratada por el sector privado.
“Es una dinámica de abajo hacia arriba en lugar de la política de goteo (o derrame) que va de arriba hacia abajo y no funciona”, concluye.
Sobre el acuerdo con el FMI
“Si yo fuera Argentina negociando contra el FMI lo primero que me preguntaría es qué es lo que más beneficiaría el Fondo, y esto es que la Argentina pague su deuda, pero no es lo que va a ocurrir”, arriesga Mosler.
En esa línea, el economista asegura que un impuesto a las exportaciones brutas del 3% pagable en dólares pagaría por completo la deuda de Argentina con el FMI y aseguraría mucho mejor la devolución del préstamo al FMI y le permitiría que Argentina pudiera llevar a cabo sus políticas económicas de forma independiente. Para él, el actual acuerdo “debería ser renegociado” y reemplazado por una propuesta de este estilo.-