Los padres de María Cash hablan de inoperancia del gobierno salteño

11/07/2013 | Revista Norte

A DOS AÑOS DE LA DESAPARICIÓN DE MARIA CASH

El padre de María denuncia inoperancia en el gobierno salteño

Federico Cash denuncia al Gobierno de Salta que, hasta el momento, no lleva adelante un plan preciso de búsqueda y habla de inoperancia y burocratización del proceso.

Los familiares de la joven exigen respuestas al Gobierno de Salta por el modo en el que se encaró la investigación. Al respecto conversamos con el padre de la jóven desaparecida, Federico Cash. “Yo llevo 19 meses de inoperancia investigativa y judicial. No hay búsqueda ni gente capacitada para realizarlas”.

“Rescato el excelente comportamiento de Gendarmería y en especial el accionar del Comandante Rivero que ha reconstruido paso por paso lo actuado en 10 meses. Ha hecho un trabajo titánico, meticuloso y profesional. Los nueve meses que restan los ocupó en reconstruir los pasos. El resultado estuvo listo en noviembre pero después seguimos estando en el día 12 del extravío”.

Cash habla de una sucesión de errores y planteos mal encarados que dificultan y entorpecen la investigación. “El Dr. Martín Etchegoyen Lynch, nuestro asesor jurídico y especialista en seguridad, ha confeccionado un proyecto que fue presentado a la Ministra Nilda Garré que consiste en la creación de una Agencia Federal de Búsqueda de Personas. Lo que en este país no está existiendo es un ente que coordine las búsquedas y las dirija”.

Por su parte, el Dr. Etchegoyen explica su participación: “La pobre actuación altamente burocratizada de los juzgados provinciales y federales, especialmente los asentados en las provincias, va en contra de una investigación ágil en estos casos. Se carece de protocolos de búsqueda, de un sistema centralizado de registro de casos, de comunicación inter-órganos gubernamentales, de comunicación institucional con la prensa y de Unidades de Búsqueda especializadas y tecnológicamente equipadas. Me bastó ver en Salta una marcha de madres en la plaza principal un viernes a la tarde, pidiendo a las autoridades por la desaparición de sus hijas (unas 50) para darme cuenta que el fenómeno va en crecimiento, muchas veces de la mano del incremento del lucrativo y deleznable delito de la Trata de Personas, el que se ve amparado por esta ineptitud policial-judicial”. Por su parte, Federico Cashrecalca que no es solamente su caso el que requiere de otro accionar y apunta hacia el Gobierno. “Yo considero que el ejecutivo, al menos en nuestro caso en particular, no actúa directamente. Lo poco que hizo no es lo que hay que hacer.”

Con una voz apagada pero con una fuerza interior digna de recalcar, Cash habla de una total insensibilidad por parte del Gobierno provincial. “Cuando fue el hallazgo de la joven en la ruta de Cafayate, para darnos datos como el color del cabello encontrado o el estado de la dentadura, elementos determinantes para saber si era nuestra hija o no, se tardaron 45 días. Ninguno de los miembros del gobierno pudo tomar el teléfono y mantenernos al tanto. Ellos no explican nada, recién a los 45 días pudimos empezar a saber algo”.

Cash cuenta sobre las irregularidades en torno a las muestras de ADN. “En enero del año pasado, un juez ordenó la extracción de sangre que me la hizo hacer en su despacho. Pero se le habrá desenchufado la heladera, porque cuando hizo falta, decidieron hacernos una nueva extracción en Buenos Aires. Todo esto, lo único que hace es demorar las cosas y entorpecer la investigación”.

Con respecto a la propuesta de realizar un rastrillaje de Jujuy a Rosario de la Frontera luego de 18 meses, el padre de la joven se mostró indignado. “Estuve castigando este accionar porque me parece una ridiculez. El rastrillaje propuesto por el juzgado es con perros y según conozco, luego de 19 meses no creo que exista un perro que pueda olfatear algo de mi hija . Por otro lado, rastrear la zona donde se la vio por última vez, implica hablar con las personas. Fíjese que la Argentina se mueve con vehículos que se tienen que reabastecer permanentemente. Entonces nunca se hace hincapié en averiguar en las estaciones de servicio, por ejemplo. Es un detalle mínimo pero importante”.

Resulta curioso la falta de apoyo a la familia Cash. “Lamentablemente estamos restringidos por los fondos y medios. A mí me robaron mi vehículo en Palermo y a partir de ahí me quede paralizado. Tampoco tengo familiaridad con los lugares del norte. Lamenté tremendamente que no se me brindara apoyo como quizá se lo otorgan a otras entidades de búsqueda de personas”.

En cuanto a la difusión y tratamiento de la información, Cash habla de la irresponsabilidad de ciertos medios salteños. “Muchas veces ponen en mi boca cosas que no he dicho. Yo no digo todo lo que quiero ni todo lo que puedo porque siempre estoy condicionado por la investigación”. Sin embargo, la relación con los medios es buena “salvo aquella vez cuando algunos medios salteños describieron a mi hija como drogadicta. A mi criterio eso marcó en el conocimiento de la gente una imagen que no era la que correspondía. Todavía no inicié acciones legales a los medios responsables.Respecto a la prensa, condeno como criminal la filtración de contenidos de causas que son publicados. Esto alerta a delincuentes y pone en riesgo a testigos, etc. Mi hija también fue encuadrada como artesana o hippie y no lo es. Es una profesional del diseño de alta costura».

Las miradas apuntan al Gobierno

Por otro lado, la Diputada Liliana Mazzone denunció en medios radiales que existe una notable inseguridad jurídica en la justicia salteña. Según la Legisladora, este vacío gubernamental se refleja en la gran cantidad de casos de inseguridad y muerte que se registran. El de María Cash no es el único caso en donde se observa la inacción, en todos estos hechos, la investigación ha dejado más dudas que certezas, sentenció Mazzone a los medios. Sin vueltas y con la sinceridad que lo caracteriza, Federico Cash habla de la “ineficiencia por parte del estado y del poder judicial con una burocracia demasiado larga. Los tiempos judiciales no son compatibles con la búsqueda de una persona sobre todo cuando se supone que está afectada mentalmente. Es muy posible que mi hija haya sufrido una ACV o un problema psíquico. Igualmente en toda búsqueda habría que actuar al instante, el tiempo es fundamental”.

Si algo hubo de positivo en toda esta historia tiene que ver con los tiempos para denunciar personas desaparecidas. “Logramos que se descartaran los días de espera para declarar a una persona perdida. Hasta hace un año atrás, había que esperar 5 días. En ese tiempo de espera la persona podía estar en el Caribe. Sacan del país a la gente con demasiada facilidad y si uno les da tiempo, con más razón”. Enfatiza que a esta realidad se le suma la poca estrictez de las fronteras, la falta de radarización y la posibilidad de las avionetas para aterrizar en cualquier camino rural, que provocan un “cuadro nefasto”.

Opinión Calificada consulta a Federico Cash qué cree que pasó con su hija y si es posible que este sea un caso de Trata. “El tema de Trata de Personas no está descartado. Si no aparece mi hija puede ser porque está bajo tierra, porque está internada, porque se ha hecho cargo de ella algún paisano que vive en un rancho y no tiene conocimiento de la información de los medios o está retenida por alguien con buena intención o estar detenida en Trata. Me extrañaría mucho por el carácter de ella que pudieran retenerla” finaliza su padre, luchador incansable que pide a los representantes respuestas.-

Opinión Calificada

 María Cash desapareció hace 2 años; su padre habla de inoperancia del gobierno salteño

La joven diseñadora partió a Jujuy y nunca más se supo de ella; su familia ha dedicado los últimos 24 meses a buscarla.

María Cash se comunicó por última vez con su familia el 8 de julio de 2011. Desde entonces, nadie supo nada más sobre su paradero. Su familia ha dedicado los últimos dos años a buscarla, pero hasta ahora no hay más que hipótesis que no llevan a ninguna parte.

La joven tenía 29 años cuando partió rumbo a Jujuy, el 4 de julio de 2011. Iba a vender ropa que ella misma había diseñado. No llegó hasta San Salvador, como había planeado. Se bajó unos 200 km antes, en Rosario de la Frontera. Luego llamó a su amigo Juan Pablo Dumon, quien le daría alojamiento en la capital jujeña, para explicarle que se había bajado del colectivo porque no se sintió cómoda.

Todos sus movimientos, los últimos de los que se tuvo noticia, fueron extraños y erráticos.

Con un boleto que le compró por Internet su amigo, viajó hasta Jujuy, a donde llegó en la madrugada del miércoles 6. Pidió cargar su celular en un taller mecánico. El dueño del lugar le prestó su teléfono. Habló con la hermana de Dumon, que le ofreció que se tomara un remise para ir hasta la casa. Pero María no fue allí, sino que se la vio en la entrada de Pampa Blanca haciendo dedo. Desde allí, llamó a su familia y les dijo que no estaba bien, que se había quedado sin plata.

Este texto fue publicado en el el blog Crónicas del crimen, de Sol Amaya.

Pasadas las 23 horas de ese miércoles, la joven fue captada por las cámaras de un peaje de Aunor a 6 km de Salta. Sólo llevaba su mochila, ya no acarreaba la valija con la que había viajado desde Buenos Aires. Luego se supo que se presentó en un hospital y pidió que la atendieran, pero se fue antes de que el médico de turno la hiciera pasar. Se comprobó que se trataba de ella porque tuvo que dar su número de DNI en la recepción.

El viernes 8 se comunicó por última vez con su familia, a través de un email. Sin esperar respuesta, se fue y comenzó a hacer dedo. Lo último que se sabe es que la levantó un transportista. Ella le pidió que la dejara frente al monumento de la Difunta Correa, sobre la ruta 34. Ahí es cuando se le pierde el rastro.

Federico Cash, padre de la joven, se convirtió en una especie de investigador privado. Dedica sus días, con la ayuda del resto de la familia, a recibir llamadas y mensajes de gente que dice haber visto a María, procesa la información y la envía a la Gendarmería. Desilusión tras desilusión, dolor tras dolor, los Cash no se dan por vencidos.

¿Hipótesis? Hay muchas y no se descarta ninguna. Que María fue víctima de una red de trata, que su salud mental no estaba bien y se encuentra en algún rincón del país sin recordar quién es ni de dónde viene, que fue víctima de alguna persona que aprovechó su estado, que se la llevaron de la Argentina.

Lo cierto es que ya pasaron dos años y no se supo nada más de ella.

En febrero de 2012, se ofreció una recompensa de 200.000 pesos para quien pudiera dar información que ayudara a encontrarla. En abril de este año, el monto fue duplicado.

Su familia no pierde la esperanza, pero hasta el momento no se ha logrado dar con ninguna pista firme de lo que pudo haberle sucedido a la joven para, tras un comportamiento errático de varios días, desaparecer sin dejar rastro.

Para aportar información que pueda ayudar a dar con el paradero de María Cash, hay que comunicarse al teléfono del Programa Nacional de Coordinación para la Búsqueda de Personas Ordenada por la Justicia al (011) 5300-4020.

Su familia solicita que si ven a una persona que podría ser María, envíen una foto a buscamosamariacash@hotmail.com –

La Nación

 

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Maximum one link per comment. Do not use BBCode.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.