Unos 12 millones de argentinos que perciben algún tipo de ingreso ganaron, por mes, en el tercer trimestre del año pasado, menos de $8.000. Además, según informó el INDEC, el sector más rico de la población recibió como salario 25,6 veces más que el segmento menos pudiente, ampliándose la brecha entre ricos y pobres, ya que en el segundo trimestre esa diferencia era de 23,2 veces (ver página 5).
Si bien los datos hablan por sí solos, una forma de tomar dimensión de la magnitud de la desigualdad entre ambos extremos es analizar el poder de compra del ingreso que percibe la mitad de la población más castigada en relación con los bienes y servicios que demanda las capas medias o medias altas de la sociedad. Está claro que quienes cobran mensualmente menos de $8.000 tienen, necesariamente, hábitos de consumos diferentes, tanto desde calidad y tipos de productos como de marcas.
Tomando una serie de ejemplos arbitrarios se comprueba que el ingreso mensual de la mitad de la población equivale, en algunos casos, al consumo que el sector más acomodado puede hacer en una compra de tecnología, en un par de entradas para un recital o en las salidas de esparcimiento que realiza una vez por semana. Esto sin llegar a extremos reales ya que los casos tomados no son los más exclusivos. Son, en verdad, productos de valores medios.
Un celular Motorola (no de los más caros) vale $7.900. Dos entradas vip para el recital de Sting de mayo próximo, se venden por internet a $3.900 cada una y las hay más caras. Y siguen los ejemplos.
Esos $8.000 que gana el 50% de los trabajadores alcanzan apenas a cubrir los $5.243 que representa el costo de la canasta básica alimentaria en la Ciudad de Buenos Aires, según informó ayer la consultora FIEL. Ese es el límite que necesita una familia tipo para no caer en la indigencia. Pero está lejos de alcanzar los $12.030 que demanda la canasta básica total para no ser pobre.
Si se toma el ingreso por día en base a los $8.000 mensuales, la mitad de los trabajadores ganan sólo $266. No mucho más del valor de una pizza grande de mozzarella con una cerveza en algún restorán del centro porteño.
El ingreso mensual de esos 12 millones de argentinos equivale, al cierre de ayer, a unos u$s490, es decir unos u$s16 diarios. Si se compara con dos años atrás, hay una leve mejora. A comienzos del 2015, el 50% de la población ganaba unos $5.500. Medido en el entonces ilusorio tipo de cambio oficial (reservado para pocos), representaba u$s632 pero tomando el «blue» ,que marcaba la realidad, caía a u$s 429.-
