Mueren dos militantes de comedores sociales por coronavirus en la Villa 31 en CABA

18/05/2020 | Revista Norte

Conmueven las muertes de dos referentes sociales que trabajaban en comedores comunitarios, ante el aumento de contagios por coronavirus en los villas y barrios populares de la Ciudad de Buenos Aires.

Dos militantes de organizaciones sociales que estaban al frente de comedores comunitarios y pertenecían a una de las villas de la Ciudad de Buenos Aires, fallecieron contagiados por coronavirus.

Se trata de Víctor Giracoy, del comedor Estrella de Belén, y de Ramona Medina, de la Garganta Poderosa. Ambos de la villa 31.

Víctor Giracoy fue referente en el comedor «Estrella de Belén» de Villa 31, de Retiro, por 25 años. Pertenecía a grupo de riesgo, tenía 60 años y patologías previas como diabetes y obesidad. Luego de contagiarse estuvo una semana internado y murió; confirmó el Comité de Crisis de ese barrio.

Ramona Medina, referente de la Garganta Poderosa en la misma Villa 31 -en Retiro-, falleció también contagiada de Covid-19. Ramona venía denunciando la falta de agua potable y las condiciones de hacinamiento en los barrios populares de la ciudad, dos de las medidas mínimas básicas para enfrentar el virus; condiciones precarias que aceleran aún más los contagios en comunidades vulnerables.

La organización donde militaba Ramona emitió un comunicado. En él, Nacho Levy -referente de La Garganta Poderosa- contó la estremecedora situación de la familia de Ramona.

EL COMUNICADO:

Apretando los dientes, golpeando el teclado, aguantando la rabia y escupiendo lágrimas, nos toca escribir ahora esta mierda, para decirles todo eso que Ramona les dijo en tiempo pasado, todo eso que nos cansamos de gritar durante dos meses, todo eso que no quisieron escuchar, ni cuando postergaron 4 años la relocalización de su familia, ni cuando pedimos que registraran a los grupos de riesgo, ni cuando escondieron sus denuncias para cuidarse, ni cuando callaron por plata, ni cuando nos dejaron sin insumos en todas las postas de salud, ni cuando maquillaron la realidad con programas fantasmas, ni cuando jugaron cubrirse las espaldas, ni cuando publicamos el primer contagio en la Villa 31, ni cuando demostramos que no habían aislado a tiempo a la primera fallecida, ni cuando denunciamos que no estaban asistiendo a los demás, ni cuando dejaron 12 días al barrio sin agua, ni cuando gritó desesperada que tenía 7 personas de riesgo viviendo hacinadas, ¡Ramona no se murió! A Ramona la mataron los dueños del silencio, los cómplices de la indiferencia, los mudos de la justicia, ¡la mataron! Y ahora quién carajo nos explica cómo seguir, cómo seguirá su familia íntegramente internada, cómo seguirán sus hijas Maia y Guada, en silla de ruedas, contagiada, con oxígeno, con discapacidad, sin hablar, totalmente dependiente, ¡ahora sin su mamá!

Esto es un crimen. Y no vamos a parar, ¡hasta que paguen todos los responsables!

NO PODEMOS MÁS.

#JusticiaPorRamona

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