Finalmente, la intelectual declaró ante la justicia y ratificó, sin decirlo de ese modo, que mintió cuando dijo que le habían ofrecido «una vacuna por debajo de la mesa». «No me vacuné porque tengo ética», insistió. Esa mentira es funcional a los intereses del macrismo y de los grandes medios que actúan como voceros de la oposición. El objetivo: golpear al peronismo y dañar la campaña de vacunación que se lleva adelante contra el coronavirus.
En su declaración ante el jueza María Eugenia Capuchetti reconoció que el ofrecimiento no fue por debajo de ninguna mesa sino que fue una propuesta oficial del gobierno de la provincia de Buenos Aires, en enero de este año, e incluyó a otras 99 personalidades del arte, las ideas y el espectáculo.
La idea acercada desde el gobierno de Axel Kicillof tenía que ver con realizar una campaña de concientización a partir de la vacunación de «famosos». El contexto: una brutal política de desinformación contra la vacuna Sputnik V, llevada adelante por Clarín, La Nación e Infobae, entre otros medios. Esa campaña fue pública y anunciada desde la propia gobernación.
“Es una campaña bien pensada (o sea, no le van a dar un uso político berreta, pero claramente es la campaña a favor de la vacunación de la Provincia de BA). Es todo ‘por derecha’, nada trucho. Mucha gente conocida se va a vacunar y la idea es que después comenten que ya lo hicieron, que se saquen una foto o que su nombre circule en listas de personalidades que dieron el paso”, fue el mail que recibió Sarlo por parte de un colega de la editoral Siglo XXI, que la invitó a participar.
«Sabés que a mí no se me juega nada en esto así si decís que sí o que no todo me parecerá muy bien. Decime qué te parece y contá conmigo para gestionar los detalles en caso de que aceptes», agregó el editor Carlos Díaz.
Declaración: en Twitter, el periodista Ramón Indart compartió fragmentos de los dicho de Sarlo
