Norte olvidado. Una beba murió por carencias del servicio de salud

Impotencia es la palabra que define el sentimiento de muchos habitantes del Chaco salteño que se sienten presos en sus parajes. El abandono que reina es total y se paga con la vida.

Una joven que vive en Pichanal, estaba embarazada de 7 meses y decidió, aprovechando el fin de semana largo, visitar a su abuela en el paraje El Yacaré. A las 22 del viernes, estando en la casa de su abuela, comenzó con contracciones. Llamaron a la ambulancia de Pichanal pero la lluvia impidió que el móvil transite los 60 kilómetros hasta el lugar.

Cuando llueve, el camino de tierra se vuelve intransitable.

A las 5 del sábado nació en la casa del paraje una niña. La madre de la joven y una tía notaron que a la recién nacida le costaba respirar. La desesperación las invadió, no sabían qué hacer. Estaban encerradas en El Yacaré. Las dos mujeres comenzaron a correr hacia la ruta en busca de ayuda. Por el camino pasaba una camioneta que frenó al ver a las dos mujeres corriendo con un bebé en brazos. Los hombres decidieron torcer su rumbo y socorrer a la niña. Pegaron media vuelta y desandaron su camino hacia Pichanal. Uno de los pasajeros de la camioneta era médico y le propició tácticas de reanimación hasta llegar al hospital. «Tuvimos que improvisar con el medico del hospital, porque no teníamos insumos ni remedios ni especialistas pediátricos para asistir a la bebé. La entubamos, la subimos a la ambulancia y la llevaron a Orán», contó el médico que socorrió a la niña en la ruta, quién pidió la reserva de su nombre. El hospital de Orán no cuenta con tubos de oxígeno móviles, que permitieran trasladar a la niña desde la ambulancia hasta la sala de neonatología sin desconectarla. Finalmente, la pequeña murió.

«Probablemente murió porque nació sietemesina, pero si la ambulancia hubiese llegado, si el hospital de Pichanal hubiese tenido los insumos y medicamentos necesarios para madurarle los pulmones, si se la hubiese socorrido apenas nació, la niña podría haber salvado su vida», lamentó el médico que se notaba muy afectado por la situación.

Cuando El Tribuno se comunicó con la familia, aún estaban nerviosos y no podían hablar de tanta angustia.

El padecimiento no terminó con la muerte de la niña, ellos continuaban preocupados por la salud de la mamá de la recién nacida, quien luego del parto casero, quedó en el paraje sin haber recibido la atención médica y siendo propensa a infecciones y hemorragias.

Hasta el cierre de esta edición, la mujer seguía a la espera de un vehículo que la trasladara a Pichanal para recibir atención médica.

«Hablamos con los bomberos, el 911 y la Policía Lacustre para conseguir un vehículo 4 por 4 que nos permita traer a mi sobrina a Pichanal para que sea atendida. Todos nos dijeron que no cuentan con ese tipo de vehículos. Estamos desesperados porque no sabemos qué hacer para que la atiendan», le contó a El Tribuno, Armando, tío de la joven, quien todavía no sabe que su primera hija murió, siendo una nueva víctima de la desidia y del olvido del Gobierno de la provincia.-