Pasado a disponibilidad: Había pedido que en los puestos fronterizos se «levanten» y se sumen a la protesta

07/10/2012 | Revista Norte

El gendarme que lidera la protesta y fue apartado dice: «Esto no me asusta»

“Raúl (Maza) se siente muy tranquilo porque sabe que es un reclamo legítimo para toda la fuerza. El es como un paredón de hormigón, no lo va a voltear nadie”, describe el gendarme Antonio Andrada sobre su compañero, líder de los que todavía permanecen en el edificio Centinela por el reclamo salarial.

Maza, junto al cabo Maximiliano Mezzenasco y al cabo primero Gustavo Quispe fueron pasados ayer a disponibilidad por el Gobierno. “No nos meten miedo con esto”, amenazó Maza.
Seminarista durante ocho años, el año pasado mientras cumplía la tarea de capellán de Gendarmería en Puerto Iguazú, Maza decidió dejar los hábitos y trasladarse para trabajar como asistente administrativo en el edificio donde hoy reclama un salario de $ 7.000.

Con apenas 33 años, este tucumano fue el elegido por el resto de los gendarmes para que sea la voz de la protesta que cumplió ayer su quinto día. En medio de la crisis disparó la polémica porque llamó, a través de todos los medios, a que otros compañeros se “levanten” en los puestos fronterizos y se sumen a la protesta. Maza cobra $ 3.800 gracias a un amparo judicial, ya que su sueldo “formal” apenas llegaba a los $ 2.700 pesos.

Aunque en su juventud estuvo cerca del radicalismo, Maza asegura que en la actualidad, por su pertenencia a la fuerza, está lejos de la política. Tampoco quiere que ningún dirigente se sume a sus reclamos. Incluso rechazaron bolsones de comida para los efectivos que les ofrecieron sindicatos y políticos.

“No me asusta esto, de hambre no me voy a morir. No me voy y no voy a dejar a mis camaradas que me confiaron como su vocero”, dijo ayer después de enterarse de su pase a disponibilidad.

El gendarme ratificó su postura de continuar con el reclamo de lograr un haber mínimo de $ 7.000 en blanco al aseverar: “Cuando uno ve llorar a un tipo porque no puede llegar a fin de mes, creo que desgarra a cualquiera y siente impotencia, entonces uno dice ‘carajo, hay que hacer algo’”.

Ayer al mediodía Maza dejó por primera vez la protesta en el edificio Centinela, sede de Gendarmería, para regresar por unas horas a su casa de José C. Paz. Mientras tanto, cerca de 400 gendarmes junto a sus familias continuaron al frente del reclamo. “Hasta ayer nos dejaban entrar al edificio para tener reuniones, pero hoy nos lo prohibieron”, contó Andrada.

Cerca de las siete de la tarde, el cabo Maximiliano Mezzenasco –otro de los miembros de la fuerza que fue apartado– apareció en la escalinata para dar un mensaje alentador. “Quiero agradecerles por seguir acá. Lo que me pasó es un problema muy chiquito para mí y voy a seguir con ustedes”, le dijo el cabo al resto de los miembros de la fuerza.

“Me enteré de mi pase a disponibilidad por los medios, fui a averiguar y me di cuenta de que era cierto. Ahora pido tranquilidad y paciencia para el martes tener una respuesta positiva del Gobierno y no tener que parar más”, explicó Mezzenasco a PERFIL.-

 

 

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