Pobres cada vez más empobrecidos

02/10/2017 | Revista Norte

POBREZA E INDIGENCIA.

Un informe del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP) -que coordina Claudio Lozano- sobre los recientes datos oficiales dan cuenta de que la suba en la indigencia será difícil de revertir. Por otro lado, 2 de cada 3 argentinos están en situación de vulnerabilidad

Según Claudio Lozano, economista de la CTA Autónoma y Presidente de Unidad Popular, “la pobreza vuelve a los niveles de finales de 2015, mientras tenemos casi medio millón de personas más bajo la línea de indigencia. Es decir, que hay más hambrientos en la Argentina, dato éste que fundamenta el reclamo de las organizaciones sociales que exigen la declaración de la Emergencia Alimentaria».

Y agregó: «A la vez, el ligero descenso de la pobreza respecto del semestre pasado se combina con un mayor empobrecimiento de los pobres».

Para el Diputado Nacional (MC), «En concreto, la brecha de ingresos que los distancia del umbral de pobreza se amplió. Más indigentes y menos pobres, más empobrecidos en la Argentina de Macri, es la conclusión principal de los últimos datos del INDEC”.

El Informe: Las dos claves de la reciente publicación de pobreza

«Se conoció recientemente la medición de pobreza e indigencia correspondiente al 1er. Semestre 2017. La misma comunica que el nivel de pobreza es actualmente del 28,6% mientras la indigencia afecta al 6,2% de la población. En términos poblacionales, lo anterior implica que 12,5 millones de personas viven en hogares cuyos ingresos no logran cubrir una canasta básica total al tiempo que 2,7 millones pasan hambre. Cabe señalar que los valores de las canastas, incluso luego de las actualizaciones metodológicas realizadas, continúan siendo normativamente bajos: la CBA, línea que delimita la indigencia, es a Junio de $6.045, lo cual implica que cada integrante familiar debe disponer de $48 diarios para no ser indigente mientras el umbral para evitar caer en la pobreza es de apenas $118 por día para solventar gastos alimentarios y otros.

«La caída de la pobreza que semestralmente se refleja en una rebaja de -5,8% de la tasa implica prácticamente un estancamiento respecto de la situación a fines del 2015. Según una estimación propia, la tasa de pobreza era del 29,5% mientras el valor recientemente publicado del 28,6% reconoce un intervalo de confianza que tiene como límite superior el 29,7%.

«Se observa, por el contrario, un ligero incremento semestral de la incidencia de la indigencia que asciende del 6,1% al 6,2% y que en términos poblacionales impacta engrosando la población indigente en 71 mil personas más. Asimismo, el nivel de indigencia del 2017 resulta ser incluso superior al verificado hacia fines 2015 (del 5,3%) que se traduce en un incremento del 17,8% de la tasa y una extensión del hambre a cerca de medio millón de personas desde el inicio de la gestión macrista.

«Las oscilaciones de la pobreza e indigencia medidas a través de método de ingresos suele tener una sensibilidad importante a los cambios bruscos de ingresos y precios. Durante la administración del gobierno de Cambiemos, las medidas de política económica de mayor regresividad para el salario, como la devaluación de fines del 2015 y la quita de retenciones entre las más importante, impactaron fuertemente en los ingresos de la población durante el año 2016. Como consecuencia de ello, la pauperización de las condiciones de vida se reflejó en un incremento de la tasa de pobreza e indigencia.

«Durante el 2017, la actividad económica comienza a tener una leve recuperación concentrada en un conjunto de sectores y ramas vinculados a la construcción (de la mano de la obra pública) y a la actividad primaria, que trae un marginal y acotado alivio en el empleo y los ingresos, y que en el marco de la desaceleración temporaria de precios (hasta el próximo tarifazo) puede haber impactado en un descenso temporario de la pobreza en estos últimos meses.

«No ocurre lo mismo con la indigencia, situación en la cual la combinación entre el deterioro del poder adquisitivo de políticas sociales como la asignación por hijo, con el incremento en el precio de los alimentos resultante de la quita de retenciones y la ausencia de regulaciones en los oligopolios comerciales y productivos, dan como resultado un aumento de la población en dicha situación.

«No obstante, hay que profundizar el análisis para que el malestar social no quede invisibilizado. Al observar la situación al interior de la población pobre se observa que durante el semestre en cuestión, la brecha de pobreza se amplió. Es decir, la diferencia entre el umbral de pobreza y los ingresos de las familias pobres es mayor en el 1er. semestre de 2017 que en el semestre anterior. La misma pasó del 37% al 37,7% mientras la brecha de indigencia pasó del 40,1% al 41,7%. Es decir, que a las familias pobres o indigentes les hará falta más ingresos que antes para superar su condición.

«Por otro lado, de la información disponible al 1er trimestre 2017, surge que las condiciones de vida para el conjunto considerado “no pobre” de la población, son extremadamente vulnerables. Al duplicar la línea de pobreza como modo de hallar una referencia para delimitar grupos poblacionales pertenecientes a sectores medios – bajos surge que, actualmente, nada menos que el 61,5% de la población se encuentra en esta condición y disponen de un riesgo social elevado de caer en la pobreza ante cambios bruscos de las variables económicas».-

 

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