La pesificación de la economía que lleva adelante el Gobierno tuvo un doble impacto en el mercado inmobiliario. Por un lado, golpeó la actividad de compra-venta de inmuebles. En julio, último dato disponible en el Colegio de Escribanos de la Ciudad de Buenos Aires, la cantidad de escrituras firmadas en ese distrito fue un 27,6% menor a la del mismo mes de 2011. Por otro, le puso un nuevo valor (en pesos) a los inmuebles.
También el mercado del crédito hipotecario que demandaba dólares para perfeccionar la operación de compra del inmueble en cuestión registró cambios. Fruto de las restricciones al dólar, quienes tenían en venta sus propiedades se vieron en la necesidad no sólo de valorizarlas en pesos, sino de ajustar ese precio a la realidad del mercado cambiario (y su desdoblamiento) para no perder con la transacción.
El problema es que en lugar de hacerlo al tipo de cambio oficial, decidieron ponerle un valor al dólar que se encontraba más cerca del mercado paralelo. Así, un departamento cotizado en u$s 70.000, que podía ser comprado con un crédito del 70% del valor del inmueble de u$s 49.000 o $ 225.400 (a $ 4,60 por dólar) pasó a requerir un crédito con un límite más alto, ya que el nuevo monto en pesos era de $ 308.000 (a $ 6,30) por los mismos u$s 49.000.
Ahora algunas entidades financieras parecen haberse hecho eco de esta problemática y han aumentado los montos máximos de su línea de crédito. El Banco Ciudad, que cuenta por 15% del mercado de préstamos hipotecarios a nivel nacional, ajustó sus tres líneas.
En el primer caso, el hipotecario social pasó de $ 200.000 a $ 300.000; la línea promocional de los barrios del Sur de la Ciudad (con tasa fija al 14%) y jefas de familia, pasó de $ 350.000 a $ 600.000, mientras que la línea general pasó de $ 750.000 a $ 1.200.000 (a 20 años, tasa fija).
En el Banco decidimos adaptarnos a esta nueva realidad que vive el mercado inmobiliario de forma tal de no perjudicar a quienes tenían pensado adquirir un inmueble que medido en pesos se encareció, señalaron en la entidad que conduce Federico Sturzenegger.
Consultados, en otras entidades señalaron que en los próximos meses podría haber cambios teniendo presente que los montos deben ajustarse a los valores que impone la inflación.
De todas formas, tanto en el Banco Nación como en el Hipotecario, sostuvieron que mantienen las líneas tradicionales con los montos que se establecieron desde comienzos de año.
En rigor, ninguno de los bancos incluido el Ciudad han variado las condiciones para sacar el préstamo, es decir, el porcentaje de ingresos (entre 30% y 40%) que puede destinarse al pago de la cuota y los plazos para repagar el préstamo.
Otra reacción
A principios de julio de este año, la comunicación A 5318 del Banco Central prohibió el uso de dinero de créditos hipotecarios para adquirir dólares, la moneda con la que tradicionalmente se cierran operaciones inmobiliarias.
El nuevo límite, parte del cepo cambiario que va volviéndose cada vez más estrecho desde octubre del año pasado, ralentizó el crecimiento del crédito hipotecario en julio pero, una vez asimilada la medida, apuró la concreción de cientos de préstamos en trámite.
Con el advenimiento de los controles, las personas que tenían un crédito hipotecario preadjudicado antes del 5 de julio apresuraron sus compras de viviendas antes de que venza el plazo impuesto por el Banco Central para poder adquirir dólares con el dinero de un préstamo.
La celeridad de esos deudores hizo que agosto fuera el mes en que más creció el stock de créditos hipotecarios en lo que va del año, con una variación positiva de $ 789 millones.
La aceleración en el crecimiento del stock de préstamos hipotecarios se dio a pesar de que los programas Primera Vivienda BA del Banco Ciudad y Procrear de la ANSeS y el Banco Hipotecario todavía no tuvieron impacto en las estadísticas.
Semanas atrás, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner oficializó la entrega de los primeros 100 créditos.-
Publicado por El Cronista
2 Responses to Propiedades se revalúan al valor del dólar paralelo