Salta: la primera en femicidios por habitante. Qué hacer para no hacer nada: Negarlo

22/08/2012 | Revista Norte

Un informe nacional registra a 15 mujeres asesinadas de enero a octubre, casi el doble que en el año 2010. Hubo una víctima cada 80.963 pobladores. En la Argentina, el total de muertes llegaba a 237 hasta el mes pasado.

Las cifras ubican a la violencia de género como una de las tragedias del año. De enero a octubre de 2011 asesinaron a 15 mujeres y niñas en Salta y la provincia es la que más víctimas fatales tuvo por habitante en todo el país. Las muertes son casi el doble que en el mismo lapso de 2010.

Desde principios de año y hasta el mes pasado Salta tuvo una mujer muerta cada 80.963 pobladores. Le siguen Santa Fe con un caso cada 138.000 ciudadanos y Córdoba con uno cada 183.000.

Las estadísticas surgen de un relevamiento difundido ayer por la ONG Casa del Encuentro. La entidad registradía por día los femicidios, que se definen como los asesinatos de mujeres cometidos por hombres.

Este año hubo un caso que quedará como emblema de la violencia sexista en Salta: la violación y homicidio de Houria Moumni y Cassandre Bouvier en julio en la Quebrada de San Lorenzo.

También se destaca la muerte de Zulema Gómez, degollada por su pareja el 8 de mayo en Tartagal. A las 15 víctimas contabilizadas hasta fines de octubre por Casa del Encuentro, se sumó en las últimas horas el fallecimiento de Reina Nevoraz, una comerciante de Tartagal que se había quemado el 80 por ciento del cuerpo tras ser rociada con combustible por el hombre con quien convivía, según indican algunos testimonios.

El aumento de femicidios genera alerta. Hasta octubre de 2010 se habían registrado 8 casos en Salta y en el mismo lapso de 2011 la cifra ya llega a 15. En el país, los crímenes hasta esta época del año pasado habían sido 212 y ahora ya van 237.

Los llamativos índices de muertes en la provincia se relacionan con una asimetría entre sexos que aún persiste de acuerdo a lo que analizó la titular de la Comisión de la Mujer de la UNSa, Fedra Aimetta.

“Hay que trabajar para democratizar las relaciones, visibilizar el problema e incorporar la perspectiva de género”, dijo Aimetta. La especialista también llamó la atención sobre la necesidad de cumplir con la ley de educación sexual integral en las escuelas de Salta para generar conciencia sobre la igualdad entre hombres y mujeres. “Hay una negativa a aplicar esta norma … existen leyes progresistas pero siguen las muertes”, destacó. Las organizaciones que trabajan por los derechos femeninos reclaman modificaciones para que las sentencias sean acordes a la gravedad de los homicidios relacionados con la violencia de género.

“Pedimos la incorporación de la figura de femicidio en el Código Penal para que las condenas sean adecuadas. Hay cinco proyectos legislativos que esperan tratamiento”, dijo Ada Beatriz Rico, cofundadora de Casa del Encuentro y directora del informe sobre argentinas fallecidas.

Rico también pidió un mayor compromiso por parte del Estado. “Se necesitan presupuesto para que haya más campañas de sensibilización, refugios para víctimas y subsidios temporales que ayuden a las que sufren agresiones”, sostuvo.

El viernes es el Día Internacional por la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. En Salta, la fecha se vivirá con pedidos de políticas públicas que hagan frente a las muertes y a las 15.000 denuncias anuales por golpes y amenazas en el ámbito familiar que reciben los juzgados.

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Qué hacer para no hacer nada: Negarlo

Las críticas a la ministra de Justicia María Inés Diez por haber dudado de la realidad de los feminicidios en Salta no se hicieron esperar. Se la catalogó a Diez como una ignorante de las cifras oficiales de los casos que se producen en la provincia. Además, se acusó a Urtubey de ocultar la problemática.

Publicado por Cuarto Poder

María Laura Postiglione, del Frente Amplio Progresista, es una de las voces que se alzaron para criticar a la ministra deJusticia, María Inés Diez, quien la semana pasada puso en duda las estadísticas sobre feminicidios en Salta, que ubicaban a la provincia en uno de los puestos más altos a nivel nacional.

Para Postiglione, Diez «planteó que descree de las cifras que surgen de las organizaciones sociales, especialmente de la ONG Casa del Encuentro, según las cuales Salta está entre las provincias con más casos de femicidios a nivel nacional. Pero lo doblemente grave es que ni siquiera tiene cifras oficiales con las cuales contrastar sus desafortunados dichos».

Agregó que «el Gobierno de Urtubey persiste en el ocultamiento del problema, dejando libradas a su suerte a los cientos de mujeres y sus familias que todos los días se ven afectados por la violencia de género».

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Los femicidios, la peor de las estadísticas

CADA TRES DIAS, DOS MUJERES SON ASESINADAS EN EL PAIS COMO CONSECUENCIA DE LA VIOLENCIA DE GENERO

Según un relevamiento del Observatorio de Femicidios en la Argentina, en el primer semestre hubo 119 homicidios de mujeres por violencia machista. En al menos 16 casos, habían llegado a hacer denuncias. Por estas muertes, 161 hijas e hijos perdieron a su madre.

Publicado por Página 12

 Gilda Mariana González tenía 33 años y vivía en Río Cuarto, Córdoba. El 1º de febrero fue baleada y agonizó varias horas hasta morir en un hospital. Su ex marido se entregó por el hecho a las 24 horas del ataque. Sobre él pesaba una orden de captura desde un par de días antes por una golpiza brutal que le había dado a la mujer. El de Gilda es uno de los 119 homicidios de mujeres por violencia de género que se registraron en los primeros seis meses del año, de acuerdo con el relevamiento que lleva adelante el Observatorio de Femicidios en la Argentina, coordinado por La Casa del Encuentro. La cifra significa que cada tres días dos mujeres fueron asesinadas en el país por el hecho de ser mujeres. En siete de cada diez casos, el presunto agresor resultó el marido o ex pareja de la víctima. Uno de los daños colaterales más dramáticos de los femicidios es la cantidad de chicos y chicas que quedan huérfanos brutalmente: 161 hijas e hijos perdieron a su madre como consecuencia de la violencia de género, de los cuales al menos casi un centenar son menores de edad. “Es necesario considerar a la violencia sexista como una cuestión política, social, cultural y de derechos humanos, de esta forma se podrá ver la grave situación que viven las mujeres, niñas y niños en la Argentina como una realidad colectiva por la que se debe actuar de manera inmediata”, señaló a Página/12 Fabiana Tuñez, coordinadora de La Casa del Encuentro, al evaluar las estadísticas.

Si se compara con el mismo período de los últimos dos años, se nota un descenso de los femicidios: 152, en 2011 y 126, en 2010, frente a 119, en 2012. Sin embargo, Ada Beatriz Rico, directora del Observatorio, aclaró a este diario que al sumar los casos que ya se han registrado en julio y lo que va de agosto, se diluye la diferencia y la cantidad se equipara. El año pasado hubo al menos 260 femicidios, según el relevamiento de la ONG.

En los últimos días, la grabación del video que hizo Natalia Riquelme, la joven de Bahía Blanca, en el que registra la golpiza que le propina su ex marido, frente a su casa y delante de la hija pequeña de ambos, como recurso desesperado ante la inacción judicial tras 15 denuncias en contra del agresor, puso en primer plano la impunidad con la que pueden actuar perpetradores de violencia machista. Los femicidios son la expresión más extrema de ese problema social y la muestra más dramática de cómo el Estado no llega a proteger a tiempo a muchas de las víctimas. Al menos en 16 de los femicidios del primer semestre de este año, las mujeres habían hecho denuncias, de acuerdo con los datos recabados por La Casa del Encuentro. Es decir, estaban intentando salir del llamado “círculo de la violencia”. En seis, los agresores tenían una orden de exclusión del hogar o prohibición de acercarse a la víctima, dictada por la Justicia, pero la medida –quedó en evidencia– no fue suficiente para evitar que las volvieran a agredir hasta matarlas.

De los 119 femicidios que contabilizó el Observatorio –sobre la base de los casos publicados en más de un centenar de medios–, en 59 hechos el presunto asesino fue el esposo o el novio, en 24, una ex pareja. Es decir, el grueso de los homicidios fue ejecutado por el marido o el ex. En los demás casos, las muertes fueron perpetradas aparentemente por otros familiares, vecinos o desconocidos.

En cuanto al modo en que fueron ultimadas, el Observatorio registró 13 mujeres que murieron como consecuencias de graves quemaduras, como Wanda Taddei, la esposa del ex baterista de Callejeros, Eduardo Vásquez, condenado en junio a 18 años de prisión por el delito de homicidio agravado por el vínculo, con atenuantes. Pero no fueron las únicas mujeres a las que les prendieron fuego: otras 23 también fueron quemadas en el marco de situaciones de violencia de género, pero lograron sobrevivir a los ataques.

La estadística muestra que de los 119 femicidios, 34 ocurrieron en la vivienda compartida con el femicida y 25 en la de la víctima, lo que significa que la propia casa puede resultar más peligrosa que la vía pública para muchas mujeres que se enfrentan al drama de la violencia doméstica. Otros 40 femicidios tuvieron lugar en la calle. La mayor parte de las mujeres muertas como consecuencia de la violencia machista tenían entre 19 y 50 años.

La Casa del Encuentro empezó hace cinco años a relevar los femicidios publicados en los medios, ante la ausencia de registros oficiales y como una forma de llamar la atención de las autoridades y la opinión pública sobre la gravedad de la violencia hacia las mujeres. “Llevamos adelante el informe de los femicidios, pero al mismo tiempo recibimos a las mujeres que vienen a La Casa del Encuentro en busca de orientación y ahí tomamos dimensión de todo lo que no hay y falta para enfrentar el problema; por ejemplo, en las comisarías no les toman las denuncias por violencia psicológica, o los recursos no llegan a aquellas mujeres de los sectores más pobres. Hacer este informe para nosotras no es ver si el número sube o baja: son vidas, rostros, historias. Familias de las víctimas vienen a nuestra sede y piden justicia por ellas, las que tendrían que estar, por ellas, las que se podría haber evitado que fueran asesinadas”, comentó Rico. La directora del Observatorio cuestionó el hecho de que en la mayoría de las provincias no se destinen recursos para dar respuestas efectivas para proteger a las mujeres. “De la violencia se puede salir y eso lo sabemos y lo saben quienes pudieron salir, pero mientras sigan matando mujeres seguiremos reclamando hasta que el Estado y los estados provinciales decidan que este tema es una prioridad en política pública, sabiendo que por estas horas otra mujer ya no estará, y otra intentará que le crean y le tomen la denuncia”.-

 

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