Salta sin rumbo. Urtubey con ataques de pánico

05/08/2012 | Revista Norte

La provincia de Salta perdió el rumbo. Las últimas semanas, entre noticias tristes, sirvieron para que la mayoría de los salteños vieran con toda la claridad necesaria que la provincia se encuentra en manos de irresponsables. Muertes dudosas, inseguridad, y un gobierno desorientado y sin planificación de políticas públicas.

Salta la linda se ha transformado en Salta la injusta, no solo por la falta de obras públicas e infraestructura que sirvan al desarrollo de esta provincia postergada por décadas, sino también por la inexistencia de movilidad social ascendente, de políticas de desarrollo social, y por la falta de justicia, ante las dudas sembradas por un Poder Judicial dependiente del gobernador y un cuerpo de investigadores fiscales (CIF) sin personal idóneo que se parece más a una cocina de restaurante, en donde todo sale a pedido del cliente.

Cascaras vacías

El gobierno que estructuró Urtubey, a través de sus 10 ministerios, supo albergar y contener a muchos de sus aliados políticos, pero sin embargo solo son estructuras vacías, sin funcionalidad real, sin la logística necesaria, pues la mayoría de los sectores del gobierno no poseen ni siquiera computadoras, ni teléfono fijo, ni impresoras, limitándose los empleados públicos solo a cobrar sus sueldos.

Punto de Inflexión

La situación extrema vivida con las chicas aparecidas sin vida en el barrio capitalino San Carlos, dejó desnudo al gobierno de Urtubey, montado en la gran pauta oficial para disimular la inacción y la falta de conducción de los espacios gubernamentales, como así también su poca efectividad en el abordaje del territorio.

A esas mismas situaciones se sumaron las torturas a dos menores en la comisaría de Gral. Güemes, un video que presentó al gobernador salteño en la escena nacional e internacional (presentación para nada buena, por cierto).

A la sociedad salteña, “le cayeron todas las fichas” que Salta se encuentra ante un grupo de políticos sin experiencia, sin sentido común, y que conforma un gobierno ausente desde cualquier punto de vista.

Ataques de pánico

A Urtubey le dan pánico la incertidumbre, las entrevistas no arregladas, que la gente lo increpe sin miedos en la calle, la presión de la prensa nacional, la investigación de los negociados de sus hermanos, y le teme al peronismo duro (uno en especial), a los cuadros y descuadrados que no son parte de su estructura.

La conciencia

“El que a hierro mata, a hierro muere” es una refrán conocido y más en la clase política, que está estructurada en la “ley del Talión”. Es similar al «ojo por ojo, diente por diente», en la cual se pide  para el que cometió una falta, la misma moneda de pago que usó para quien obró mal.

Urtubey obró mal con sus aliados políticos, con sus mentores y benefactores. Traicionó a Duhalde con De la Rua, a Romero con Kirchner, a Kirchner con Romero y con el Campo, y a Cristina con Scioli – Mazza – Bruera.

Urtubey obró mal con todos ellos y con los mismos salteños a quien engaña en forma permanente. Es esperable que sus miedos tengan este origen, su intranquilidad está fundada entonces en el miedo a morir políticamente con  el mismo hierro que mató.

 

Publicado por Observatorio Salta

 

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