¿Son suficientes las medidas económicas de Macri?

04/09/2019 | Revista Norte

Poco después de las elecciones primarias, en las que tuvo un resultado desfavorable, el Gobierno de Macri anunció una serie de medidas de “alivio” para los trabajadores. ¿Serán suficientes?

Por Luciano Foggia / CELAG

Después de la derrota electoral en las primarias, el presidente Mauricio Macri anunció el 13 de agosto una serie de medidas tendientes a alivianar el peso que la inflación, las tarifas y la devaluación han tenido sobre la espalda de los trabajadores en estos casi cuatro años. Entre las principales medidas pueden encontrarse la suba del mínimo no imponible al impuesto a las ganancias, la exención del pago de impuestos personales para los trabajadores en relación de dependencia (sólo para los meses de septiembre y octubre) y una suba del salario mínimo vital y móvil que todavía no se sabe de cuánto será. Asimismo, podemos destacar el congelamiento de los combustibles, como así también aumentos en las asignaciones por hijo para personas desempleadas, política de financiación para las Pymes y un aumento para las becas Progresar.

El motivo de este artículo es poder analizar cómo impactan las medidas diseñadas, específicamente para el sector de la población que percibe un salario fijo. ¿Estas medidas realmente son un alivio para el conjunto de los trabajadores o, más bien, están ideadas de manera improvisada para poder sortear la crisis política que atraviesa el Gobierno de Macri luego de las elecciones primarias?

Impuesto a las ganancias y aportes personales

Veamos cómo impacta la suba del mínimo no imponible en el bolsillo de los trabajadores. Según reza la medida presidencial, se aumenta en un 20% el mínimo no imponible, lo que deja al esquema de la siguiente manera: el sueldo bruto (en pesos argentinos) para un trabajador soltero es $55.376 para comenzar a pagar el impuesto y $70.274 para un trabajador con cónyuge y dos hijos. Según el Gobierno, esto beneficiaría a dos millones de personas que pasarían a percibir $2.000 adicionales en su salario. En concreto, el Gobierno estaría otorgando $2.000 extra a dos millones de personas que pagaban impuesto a las ganancias y ahora dejan de hacerlo. Analicemos este aumento de $2.000 a la luz de las políticas económicas de estos últimos años.

Para empezar, como analizamos en un informe anterior, la pérdida de poder adquisitivo durante los primeros tres años de gobierno de Cambiemos ha sido de entre un 17% y un 20%[1]; todo indica que el año 2019 también será de pérdida de poder adquisitivo, mientras que la inflación acumulada es de 25,1% y la inflación interanual se ubica en un 54,4%[2]. Según el último informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), entre los rubros que más subieron en lo que va del año puede ubicarse al de alimentos y bebidas no alcohólicas, con un crecimiento de un 27,5% (incluso superior al promedio de evolución de los precios generales). Es difícil poder pensar, entonces, que estos $2.000 adicionales puedan ser sustanciales en torno a una recuperación del nivel de los salarios. Además de todo esto hay un factor muy importante a tener en cuenta: la devaluación producida por la suba del dólar. Según el Banco Nación el viernes 9 de agosto la cotización de la divisa cerró en $46,2, y la misma terminó cotizando a $57 para el viernes 16 de agosto. Esto significó una devaluación del 23% de la moneda argentina. El correlato inmediato de esta devaluación puede observarse en el coletazo de inflación y la subsecuente pérdida de poder adquisitivo del salario, el menor consumo real y el aumento de la pobreza.

Adicionalmente a esta medida, el Gobierno de Cambiemos también ha anunciado que para los trabajadores que perciban un sueldo bruto menor a $60.000 habrá una exención del pago de sus aportes personales para los meses de septiembre y octubre, esto significaría -según el Gobierno- un beneficio de $2.000 en el sueldo de los trabajadores. Además de ello, la medida determinó que habrá una devolución de $12.000 para familias con salario de $80.000 bruto que ya hayan pagado el impuesto, lo que es del orden de $1.000 mensuales. Sin dudas, visto a la luz de la evolución de la inflación y la devaluación del dólar de la semana posterior a las elecciones, esto tiene sabor a poco.

Para ejemplificarlo (ver tabla 1) tomemos un trabajador que percibe un salario de $55.000. El mismo -en el mejor de los casos- percibiría $2.000 por estar exento de sus aportes personales y $2.000 más por estar exento del impuesto a las ganancias, es decir, que tendría un beneficio de $4.000 en el escenario más favorable. Su sueldo, el viernes 9 de agosto, valía U$$1.190. Con la devaluación, este mismo sueldo ahora vale U$$964, es decir, nominalmente perdió 226 dólares del salario. Ahora bien, el Gobierno, a modo de compensación, lo exime del impuesto a las ganancias y sus aportes personales, lo cual significan, como ya dijimos $4.000 extra en su salario. Estos $4.000 valen U$$70, es decir, que finalmente este trabajador que percibe un salario de $55.000, en dólares termina cobrando (con las ayudas) U$$1.034. En síntesis, este trabajador que cobra $55.000 y ahora no paga impuesto a las ganancias ha perdido en dólares un 13% final. En este esquema, los que ganan son los que tienen activos en dólares y compraron divisa barata el lunes 12 de agosto y los que pierden son los que perciben salarios fijos en pesos. Y, de todas formas, insistimos, este sería el mejor escenario. La gran mayoría de los trabajadores recibiría la compensación de $2.000, lo cual acentúa la pérdida del poder adquisitivo y del salario en dólares.

 

Salario mínimo vital y móvil

En marzo, y debido a la situación económica, el Gobierno decretó una suba del salario mínimo vital y móvil en $12.500. La medida presidencial de las últimas semanas analiza una suba del mismo que todavía no se ha dado a conocer. Si bien el salario mínimo es cobrado por una pequeña porción de los trabajadores es importante analizar su desarrollo en la gestión Cambiemos para entender cómo la gestión económica golpeó al sector que percibe este salario. El siguiente cuadro lo grafica.

 

Como vemos, el gráfico demuestra la evolución del salario mínimo vital y móvil y su valor en dólares desde que Cambiemos asumió el Gobierno de la Nación. Las sucesivas devaluaciones han reducido considerablemente el valor en dólares del salario mínimo vital y móvil: su valor en dólares es hasta un 66% menor en comparación con 2015. En el gráfico podemos observar cómo cae el salario en dólares, primero con la devaluación del año 2016, luego con las corridas cambiarias del año 2018 y, por último, con la última corrida en agosto de 2019. Por lo tanto, es el bolsillo de los trabajadores lo que ha sido enormemente perjudicado. Si bien, como dijimos anteriormente, es una porción pequeña de los trabajadores quienes perciben este salario, ya no sólo en comparación con 2015, sino frente a su última caída que ha sido de un 15% en dólares, es difícil que el Gobierno de Macri pueda hacerlo volver a su valor de marzo, previo a la devaluación de agosto.

Quita del IVA en productos de la canasta básica

Adicionalmente a estas medidas, el Gobierno también anunció la quita del IVA (Impuesto al Valor Agregado) hasta fin de año sobre productos de la canasta básica. Los productos alcanzados son: aceite (de girasol, maíz y mezcla), arroz, azúcar, conservas de frutas, hortalizas y legumbres, harinas de maíz, harinas de trigo, huevos, leche fluida (entera o descremada con aditivos), pan, pan rallado, pastas secas, yerba mate, mate cocido y té y yogur (entero y/o descremado). La alícuota de estos productos es de 10,5% o 21%, y esto significaría un gasto tributario de $10 mil millones para el Estado. Esta medida genera varias dudas y algunos contratiempos tributarios. El IVA es un impuesto que se coparticipa, y ya son varias las provincias que manifestaron su preocupación por cómo esta medida puede afectarlas en materia de recaudación tributaria. Por otro lado, es una incógnita si habrá remarcación de precios. No hay ninguna garantía que, aprovechando la quita del IVA, las grandes cadenas remarquen precios y se queden con esta diferencia o más. Asimismo, pensando en el mejor escenario donde no exista este tipo de remarcación de precios, la devaluación reciente no tardará en hacerse sentir en los precios. Y todavía no sabremos cómo impactará, pero es posible que esta quita se vea diluida con el correr de los meses por el efecto inflacionario. 

Consideraciones finales

A la luz del análisis realizado, queda claro que las medidas anunciadas por el Gobierno de Cambiemos no apuntan a resolver los problemas estructurales que afectaron al bolsillo de los trabajadores en estos últimos años. Al contrario, parecen ser medidas enfocadas en el resultado electoral que ni siquiera comienzan a resolver la pérdida del salario real de los trabajadores. Por otra parte, es pertinente preguntarse cómo se financiarán estas medidas, ya que el impuesto a las ganancias constituye un factor importante en términos de recaudación tributaria para el Estado. Como ya dijimos, la quita del IVA le costará al Estado alrededor de $10 mil millones y también hay que tener en cuenta que el Estado se hará cargo de los aportes personales de los trabajadores durante septiembre y octubre. Habrá que esperar a fin de año para ver cuánta recaudación menos significa para el Estado la exención de estos dos millones de trabajadores del impuesto a las ganancias. Pero, teniendo en cuenta la quita del IVA y de los aportes personales, estamos hablando ya de un número importante. Si, a modo de ejemplo, utilizando los datos del comunicado de la Presidencia hacemos una cuenta rápida, la quita de aportes personales significa $2.000 por cada trabajador y afecta a 6,5 millones de trabajadores, lo que da un total de $26 mil millones por estos dos meses de exención de los aportes. Entre estas dos medidas estamos hablando de, aproximadamente, $36 mil millones.

El Gobierno de Cambiemos parece haber roto su pacto ortodoxo con el FMI de déficit cero a la luz de los resultados electorales. Ahora bien, el problema no es el gasto público en sí, sino cómo se financia. En medio de la campaña presidencial, el candidato del Frente de Todos, Alberto Fernández, afirmó que, en caso de ganar, decretaría que los medicamentos sean gratis para los jubilados. Fernández explicó que, con sólo dejar de pagar intereses en LELIQS 10 días, esta medida podría financiarse, ya que se trata de $19 mil millones. El Gobierno, por el contrario, no dio ningún indicio de cómo financiaría estas medidas ya que, según el flamante ministro, Hernán Lacunza, la política económica no sufriría ningún cambio sustancial. Esto significa que se seguirán pagando tasas por encima del 70%, sumado a un escenario de recesión, con bajo consumo y un déficit comercial que parece que cierra matando la capacidad de consumo de los argentinos. A la ortodoxia económica no parece importarle el déficit fiscal en este escenario político post primarias. Lo que sí está claro es que el bolsillo de los trabajadores es uno de los grandes perdedores de todo este modelo económico.-

Revista Norte publica este artículo con el permiso de CELAG

Notas:

[1] Foggia, Luciano. La crisis argentina y la pérdida del salario real. https://www.celag.org/la-crisis-argentina-y-la-perdida-del-salario-real/

[2] Indec. Informes técnicos. Índice de precios al consumidor julio 2019.

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