Conflicto en el IPPIS: Los funcionarios tuvieron que salir por el techo

06/02/2013 | Revista Norte

“Juan Manuel no arregla un choto”

Todos pensaban que con la visita del gobernador Juan Manuel Urtubey a la sede del IPPIS se ponía fin al caos y a la violencia. Pero una hora después, un grupo tomó por la fuerza la Institución y varios funcionarios públicos tuvieron que huir por el techo.

La llegada de Indalecio Calermo marcó el inicio del clima de tensión. Acompañado de una patota, hizo desalojar a periodistas y gremialistas: le dijo a los policías que, o hacía retirar a los que allí estaban o los sacaban ellos a las piñas. También ofreció una tercera opción: romper todo (como un niño que prefiere destrozar un juguete, antes de ver que otros lo utilicen). Uno de los tres policías, le pidió a los periodistas y gente de los gremios que por favor salieran.

Calermo ingresó y antes de sentarse a hablar con la todavía Ministra de Derechos Humanos, pidió que sacaran de la sede a Fausto Machuca, ex senador, y asesor del Instituto.

Un policía, que quería evitar quilombos, le imploró a Machuca que saliera. Machuca, aunque molesto, se apiadó del policía que le seguía rogando para no quedarse en medio de todo ese despelote.

A la hora llegó Juan Manuel Urtubey. Todos pensaban que la presencia del gobernador marcaba el punto final a la incertidumbre, el caos y la violencia. El primer mandatario estuvo una media hora adentro y luego salió, se sacó un par de fotos rodeado de integrantes de comunidades originarias (algo para lo que parece ser bueno), contestó un par de preguntas y se fue. Adentro, en la reunión, parece no haber hecho mucho. Los nueve vocales volvieron a votar. 5 lo hicieron por Enrique Arello, del pueblo Guaraní, 4 expresaron que les gustaría que el próximo presidente sea Deny Sosa, del pueblo Toba. La matemática dice que en cualquier lugar del mundo 5 es más que 4, pero en Salta toda lógica se suspende: las autoridades de Derechos Humanos siguen sin aceptar la victoria de Arello.

La confusión sigue porque los representantes de las 5 etnias que respaldan a Arello salieron del lugar señalando que ya se había votado y elegido al nuevo presidente; pero para el gobierno el acta firmada no constituye una votación, sino “la expresión de voluntad de cada uno de los vocales”.(NDR: ¿What the fuck?)

Al mediodía, la violencia estalló: integrantes de algunas étnias calermistas empujaron la reja e ingresaron. Unos 8 policías se parapetaron en la segunda puerta. Los gritos y los insultos en ese momento estaban divididos: “Calermo, devolvé las llaves”, gritaban algunos. Otros le pedían a la policía que no dejara entrar a nadie. Los anticalermistas decían que Calermo quería entrar a quemar todos los registros de las chanchadas que se mandó en todos estos años; los calermistas decían que los otros querían ingresar para plantar pruebas. También querían escrachar a todos los funcionarios, especialmente a una contadora, de la que todos decían que estaba “meta quemar todo, meta borrar huellas”.

Finalmente ingresaron por la fuerza y funcionarios y dirigentes tuvieron que huir por los techos.

Un hombre, que observó toda la escena desconsolado, pues había pensado que el gobernador había ido para cerrar un acuerdo, concluyó: “Juan Manuel no arregla un choto”.-

 

Publicado ayer 05 de febrero:

Urtubey y la pipa de la paz

El gobernador Juan Manuel Urtubey tuvo que presentarse esta mañana en el IPPIS, para tratar de brindar algo de cordura a la institución. Una hora antes, Calermo había desembarcado con una patota y la amenaza de romper todo.

Aunque ayer el rumor ya estaba, la irrupción de Juan Manuel Urtubey en la sede del Instituto Provincial de Pueblos Indígenas pareció improvisada. Se dice, sí, que fue a terminar de tranquilizar los ánimos y, sobre todo, fue por la foto: con el acuerdo casi firmado en el que Calermo se resigna en dejar la presidencia en manos de Enrique Arello, el vocal elegido por la mayoría.

Urtubey estuvo menos de media hora dentro del Instituto. A la salida, después de sacarse fotos con los integrantes de las comunidades que esperaban en la puerta una respuesta, tuvo que contestar algunos interrogantes de la prensa. Dijo que la reunión con los vocales había sido fructífera y que hoy se terminaría de decidir el nombre de un único presidente. Dijo, también, que es saludable que haya diferencias. Por otra parte, enfatizó que no es intención del gobierno provincial de intervenir el IPPIS: el impulso de algunos funcionarios para sostener dos gobiernos se había visto como una forma de propiciar el caos para luego intervenir el instituto.

Otro tema que Urtubey se vio obligado a abordar fue el de una criatura indígena muerta por desnutrición el pasado domingo. El gobernador aceptó el hecho y dijo que el gobierno está trabajando arduamente contra esta problemática y el fruto de ese trabajo es que los índices de desnutrición en el norte salteño han caído.-

 

Cuarto Poder

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