LA MUERTE DEL NIÑO DESNUTRIDO DE MORILLO.
Contradicciones que buscan tapar la muerte de Marcos Solís ocurrida en el Hospital de Orán.
Autoridades reconocen que cambiaron la forma de medir la desnutrición en Salta, pero se esfuerzan para que no aparezca como causa de muerte. A la desnutrición la deben llamar ahora distrofia.
El testimonio de un dirigente originario
«Es lamentable que cuando internan a un hermano aborigen no lo atienden como debieran», opinó Reinaldo «El Oso» Ferreira, dirigente aborigen y candidato a intendente en el municipio de Coronel Juan Solá-Morillo. Luego evaluó la situación sanitaria de Morillo: «En el hospital hay solo tres médicos, entre los que se encuentra el director del nosocomio. Si ingresa un aborigen y empeora lo derivan a Embarcación, y de allí hacia Orán. Si te enterás de que un hermano aborigen se enfermó, tenés que rogarle a Dios que se mejore porque vuelve en un cajón». Añadió que los puestos sanitarios y hospitales se inauguran con personal completo, pero luego decaen por múltiples carencias. «Muchos están cerrados. Uno cree cuando los abren que se termina el sufrimiento pero no. Cuando nos quejamos en los medios los equipan», advierte.
Por María Rojas / El Tribuno
Una consecuencia directa de la muerte de Marcos Solís -el niño de 2 años que falleció el 20 de este mes en el Hospital Público San Vicente de Paúl, de Orán, por desnutrición severa- fue la denuncia de médicos de ese nosocomio de que el Gobierno de la Provincia cambió las tablas de mediciones corporales con que se determinan los niveles y grados de nutrición de los infantes. Según estiman los profesionales de la salud, así se busca minimizar el índice de niños desnutridos. Quien confirmó a El Tribuno las modificaciones de parámetros para la evaluación antropométrica infantil fue la directora del San Vicente de Paúl, Liliana Canini. Aunque aseguró que las nuevas mediciones «son recomendadas por la Organización Mundial de la Salud». En relación con la prohibición que pesa sobre los médicos de colocar «desnutrición» como causa de muerte en los certificados de defunción, hecho desvelado a este medio por la periodista oranense Silvana Brezina el lunes pasado, Canini expresó que desnutrición y distrofia «son lo mismo».
Por su parte la secretaria de Alimentación y Nutrición Saludable de la Provincia, Cristina Lobo, desmintió que Marcos Solís haya muerto por desnutrición. «La desnutrición te lleva a la muerte, pero generalmente es otra patología la que te lleva a la muerte», dijo.
Comunidad vulnerable
Marcos Solís vivía en Misión La Cortada, localidad de Coronel Juan Solá y municipio de Rivadavia Banda Norte. Allí además hay otras tres misiones que albergan comunidades originarias: Chañar 2, Villa Primavera y Cacique Catán. También se emplazan dos barrios con pobladores criollos: Villa Las Rosas y 1´ de Mayo. A todos ellos atiende el hospital de Morillo. Según Lobo, el niño llegó derivado de Morillo a la guardia del hospital de Embarcación con un episodio de diarrea aguda. Allí se le brindó un tratamiento clínico y nutricional, pero «los médicos se vieron sobrepasados» y lo enviaron a Orán, donde a minutos de ingresar falleció por un paro cardiorrespiratorio. De acuerdo con el registro del San Vicente de Paúl, Marcos medía 83 cm y pesaba 8 kg, mientras que el peso normal a los dos años promedia los 12. Acerca de esta situación Lobo precisó que Marcos fue restablecido el año pasado de un cuadro de desnutrición en el Centro de Recuperación Nutricional del Hospital Público Materno Infantil. De allí le dieron el alta en noviembre de 2014, con 9,900 kg y que «entre signos de pregunta» quedó hacerle una biopsia intestinal para descartar otra patología porque el niño desde los 4 meses tenía diarrea crónica. La fecha de este estudio había quedado en suspenso y el Centro de Recuperación debía citarla a la mamá de Marcos. Lobo insistió en que la de Marcos es una familia «muy protegida» por el agente sanitario. «Nos vemos sacudidos por la muerte de este niño, que nos preocupa mucho, pero estaba bajo control y era asistido por la Intendencia de Morillo», definió. Agregó que las comunidades originarias reciben leche entera en polvo, bolsones mensuales de alimentos y tarjetas sociales, que otorga el Ministerio de Derechos Humanos a través de las intendencias. También admitió que según datos recogidos hasta diciembre de 2014 por la Secretaría que encabeza hay en la provincia 1.500 niños menores de 5 años con bajo peso. Señaló que las áreas críticas son la zona de San Antonio de los Cobres, el Chaco salteño y los departamentos Rivadavia y San Martín. Por último, se refirió a la restricción de colocar en los certificados de óbito la palabra «desnutrición». «Cómo les vamos a decir que no pongan si es un cuadro de desnutrición. Me parece rarísimo que un médico de la República Argentina no sepa lo que es una causa primaria y una causa secundaria. La desnutrición te lleva a la muerte, pero generalmente te lleva otra patología a la muerte. Tenés como primaria la deshidratación y secundaria la desnutrición», concluyó.
Publicada el 20-11-2014 – Liliana Sarmiento, una nena wichí de La Unión, Rivadavia, falleció hace un mes. Pese a que parajes del Chaco salteño tienen puestos sanitarios, Salud sigue sin habilitarlos.